Estadísticas oficiales alternativas
Me reconozco entusiasta de la heterodoxia. Allá donde hay comunión de pensamiento, siento la necesidad imperativa de abrir las ventanas y orear el ambiente. Y en pocos ámbitos la hay menos que en el de las estadísticas oficiales, que se toman como trasunto mismo de la realidad que aspiran a medir.
Por eso traigo a estas páginas la mención a Shadow Government Statistics, un portal que proporciona medidas alternativas de las principales magnitudes macroeconómicas (de los EE.UU.). Su autor, Walter J. Williams, ilustra así de descriptivamente su desencanto con las cifras oficiales:
One of my early clients was a large manufacturer of commercial airplanes, who had developed an econometric model for predicting revenue passenger miles. The level of revenue passenger miles was their primary sales forecasting tool, and the model was heavily dependent on the GNP (now GDP) as reported by the Department of Commerce. Suddenly, their model stopped working, and they asked me if I could fix it. I realized the GNP numbers were faulty, corrected them for my client (official reporting was similarly revised a couple of years later) and the model worked again, at least for a while, until GNP methodological changes eventually made the underlying data worthless.
Por ejemplo, en SGS, las cifras del desempleo se muestran así:
Su autor acompaña las cifras oficiales (que aparecen en el periódico, en rojo) de la medida de desempleo amplio, que suma a la anterior:
- los desempleados desanimados a corto plazo, es decir, los que pudiendo trabajar, dicen no estar buscando empleo
- los subempleados, aquellos que tienen trabajos a tiempo parcial con un número de horas que consideran insuficiente
Y sobre las curvas anteriores muestra en azul su propia estimación, que incluye la totalidad de los desempleados desanimados que, según él, fueron oficialmente declarados inexistentes tras la reforma metodológica de 1994.
Los interesados en el asunto encontrarán en Shadow Government Statistics correcciones similares a las cifras de la inflación, del PIB, etc.
Cuando hablé el otro día de la crítica del presidente de la patronal a las cifras de la EPA uno de los comentarios de los lectores señalaba —acertadamente— que la crítica de Rosell llevaba carga ideológica. ¡Obvio! Pero igualmente puede uno preguntarse si las definiciones imperantes de qué es un desempleado, qué computa en el PIB, qué entra en la cesta de la compra con la que se computa el índice de precios, etc. están igualmente cargadas ideológicamente. Aunque luego las defiendan a capa y espada (como dije, ad verecundiam) comentaristas de todo pelaje que en temas menos relevantes suelen hilar más fino y encontrarle los cinco pies al gato más intrascendente.