La monitorización del consumo eléctrico de los hogares
Una de mis manías más imprácticas es la de consultar el consumo de electricidad en tiempo real de Red Eléctrica Española antes de poner una lavadora. Me gusta hacerlo en los valles de consumo; o cuando para hacer circular electrones por cables de cobre contribuye menos a calentar el planeta. Aunque eso resulte en ruidos a deshora.
Una de las manías más imprácticas de las compañías eléctricas, estimo, es la de monitorizar el consumo de los hogares en tiempo real. Es decir, instalar contadores que informan del consumo cada cinco, diez o quince minutos. Conozco gente que trabaja (o intenta trabajar) en ese ámbito y me cuenta historias de horror sobre las ingentes (uso cursivas con fines sarcásticos) cantidades de datos con que esta moda castiga los servidores de las eléctricas.
Honestamente, no se me ocurre ningún uso práctico de dicha información a un grado tan elevado de desagregación para una compañía eléctrica. Salvo, tal vez, uno marginal que me apuntaron un día: controlar a aquellos que dan de alta una conexión a la red de una determinada potencia pero utilizan fraudulentamente una superior. Fraude cuya erradicación difícilmente justificaría una inversión tan importante.
Eso sí, pienso que en un entorno de precios variables (p.e., por hora, en función del consumo y de las subastas eléctricas) sería conveniente proporcionar a los consumidores información en tiempo real del precio de la electricidad que están consumiendo e, incluso, el impacto medioambiental.
En tanto, a alguno de mis lectores que no sufran como yo de fobia al destornillador puede que les interesen enlaces como este, este o este otro en los que se explica cómo construir sistemas caseros de monitorización del consumo eléctrico.