Análisis factorial e ideas que se resisten a morir
Estoy escribiendo mucho sobre métodos de reducción de la dimensionalidad estos días. Digamos que son gajes del oficio. Espero no resultar repetitivo.
La cuestión que me empuja a escribir hoy es que algunos a mi alrededor insisten, insisten e insisten en las bondades del análisis factorial y lo oportuno de su aplicación a un problema sobre el que no voy a dar más detalles. Es una técnica que jamás estudié propiamente y con la que el poco contacto que he tenido se ha limitado a echar una mano a algunos clientes en el pasado en algún análisis.
Cada maestrillo tiene su librillo y, ya véis, esa técnica no está en el mío. Como si no existiese. Más aún, cuando alguien dice “análisis factorial” mi cerebro, que es un cachondo de cuidao, oye lo siguiente: “soy de letras”.
Pero hoy he querido ser bueno y concederle unos minutejos y el beneficio de la duda. De la página de la Wikipedia no saco gran cosa en claro. Por ejemplo, se refiere a algo relacionado con lo que aparece denotado como varianza común como una característica estupenda del análisis factorial. Pero en ningún sitio cuenta qué es eso. Todo muy discursivo y envuelto en párrafos largos y sin fórmulas.
En Google Scholar, si uno busca factor analysis, resulta que una de las sílabas más frecuentes de la primera página de resultados es psy. ¿Hay algún no sicólogo —o similar— escribiendo sobre eso?
Y finalmente, me acordé de esa biblia del análisis de datos, el archifamoso ESL. ¿Hablaría del análisis factorial? No lo recordaba pero podría ser. Y efectivamente, los autores lo mencionan. Le dedican página y media, incluyendo el siguiente comentario:
This aspect [subjectivity] has left many analysts skeptical of factor analysis, and may account for its lack of popularity in contemporary statistics.
Creo que por mera cuestión de higiene mental, en el futuro, voy a decantarme por pensar que el análisis factorial, simplemente, es otra de esas ideas que se resisten a morir.