Ni-nis y estados transitorios
Imaginemos un país feliz en el que mucha gente trabaja durante dos años y luego se toma un mes para buscar otro trabajo mejor. ¿Cuál sería su tasa de paro? Del 4 %: la gente pasaría en el paro uno de cada 25 meses. Ese estado transitorio de un mes se manifestaría así en la EPA de dicho país, como un stock de desempleados.
Descrita como flujo, la situación parecería propicia. Descrita como stock, habría quien le pusiera pegas.
Tenemos en España un stock de ni-nis. Todo el mundo lo considera bajo esa perspectiva. Y uno imagina que es generalizado lo que yo veo desde mi balcón: a los mismos siete tipos sentados en el mismo banco bebiendo cerveza, mirando las piernas a las chicas y, luego, de madrugada, cantando flamencorro.
¿Y como flujo? La gente de Nada es Gratis habló hace unos días de la generación ni-ni. Publicaron este gráfico:
que muestra el porcentaje de ni-nis que transitan trimestralmente hacia otras situaciones, i.e., empleo, educación reglada y sin reglar. El autor dice: [s]ólo (sic) el 10% de los ni-nis de nivel educativo bajo transitan trimestralmente hacia el empleo. Y yo lo leo de la siguiente manera: incluso entre los que tienen nivel educativo más bajo, cada trimestre casi el 30 % de los ni-nis salen de dicho estado. Creo que ese solo mal acentuado del autor es engañoso.
Si damos por buenos esos números, no habría tal generación ni-ni. Sin perjuicio de que los del banco de debajo de mi casa solo vayan a dejar de ser ni-nis cuando se salgan del tramo de edad (o un ojeador los convierta en los futuros Camarones de Lavapiés), se es ni-ni transitoriamente.