Oh, no, ¡datastepr!

Hoy no estoy de humor. He tratado de completar mi primer anillo en dos años y ha resultado un total fracaso. Mi bici buena estaba pinchada: me he enterado a un kilómetro de casa. He tenido que salir en otra, una de esas viejas de Decathlon, que no sé bien cómo apareció una vez en mi casa, que pesa un quintal y que cambia de marchas cuando y como quiere.

No solo me he quedado a la mitad del recorrido sino que, además, he podido constatar cómo el paisanaje de Madrid ha descompuesto todas las fuentes que en el proyecto original jalonaban el recorrido. Supongo que con la inestimable ayuda, por omisión, de nuestros munícipes. Aquello, más que un anillo ciclista, parecía Mad Max I.

Y llego a casa y me entero de que un paleoinformático ha creado datastepr, un paquete que trata de reimplementar los pasos data de SAS.

SAS, SAS,… ¿por qué no dejarlo descansar en paz?

Y ahora en serio. Los pasos data de SAS, cuando se implementaron, se implementaron así porque no había otra cosa. Con hardware de mierda, con la informática en su infancia, antes de conocerse las cosas que se averiguaron después, se hizo lo que entonces buenamente se pudo. Y el resultado no es malo. Incluso se puede dar por bueno a la luz de las restricciones existentes. Como cuando un estudiante presenta unos ejercicios de mierda pero alega y justifica que en el ínterin se le ha muerto la abuela. De hecho, los pasos data aún se usan, mal que bien, hoy en día.

Pero de eso a renovarle la carta de naturaleza, media un mundo.