La primera víctima será la sintaxis
No seré yo quien condene el contar palabras en textos para inferir por dónde van los tiros. Lo he hecho y lo hago con frecuencia.
Pero lo cuestiono en algunas ocasiones. La principal, esos análisis sumarísimos de los programas electorales —p.e., en la campaña que acabamos de cerrar— que los comparan en términos del número de veces que se mencionan diversos términos o el número de páginas que dedican a diversos temas.
Como tantas veces, un buen indicador podrá dejar de serlo si se convierte en un objetivo. Y como encabezo, la primera víctima, probablemente, será la sintaxis.
(Y dejo a la consideración del lector otras circunstancias como, p.e., las relativas a la extensión, tanto en palabras como en páginas).