La intersección de lo interesante, lo sorprendente, lo cierto y lo basado en datos
Me interesan, obviamente, los problemas interesantes.
Me interesan los problemas en que puedo argumentar basándome en datos. Para ello, obviamente, de nuevo, tienen que existir datos con los que tratar de dar respuesta a esas preguntas interesantes del párrafo anterior.
Me interesa que los datos revelen respuestas no obvias, que no sepamos ya de antemano. Me interesa que los datos me sorprendan.
Me interesa, obviamente, que esas respuestas sorprendentes a preguntas interesantes basadas en datos sean ciertas. O que tengan visos de certeza. Cuando menos, que no se caigan en la primera revisión crítica.
El problema principal es que la intersección de lo interesante, lo sorprendente, lo cierto y lo basado en datos es un conjunto… ¡tan pequeño!
Os dejo, lectores, un pequeño ejercicio: que fatiguéis vuestra memoria buscando ejemplos de situaciones en que se den tres de las condiciones anteriores y falle la cuarta.