PIB y progreso: ¿mide lo que debe medir?
Anoche me busqué a mí mismo en el Registro Mercantil. Sudé la gota gorda y cuando me encontré, es decir, recibí una notificación de que mis registros habían sido ubicados por el buscador, me apareció una aviso: si quería proceder a ver los resultados de la búsqueda tenía que abonar 1.78 euros (creo).
Así que si pierdo 20 minutos de mi vida en una seudopágina que me quiere cobrar casi dos euros por información que yo le he proporcionado, el PIB español crece en 1.78 euros.
He consultado en Google cuántas búsquedas realizo en su buscador. Me ha dicho que el último mes fueron 678 (¿20 por día? Google, creo que subestimas el número: ¿será que te refieres solo a este ordenador?). Y gratis total.
Una digresión: Google es una de esas empresas que hacen por pagar el mínimo posible de impuestos en países como España y se han convertido en una especie de bestia negra para la Agencia Tributaria; pero considerado el asunto bajo una perspectiva más amplia, habría que hacerle un monumento por las externalidades positivas que genera. Y freír en su lugar al Registro Mercantil por el caudal de impuestos no recaudados por culpa del lucro cesante que causa el tiempo que pierde gente muy ocupada en su mierdabuscador.
Retomando el asunto del día, me voy a permitir traer a la consideración de mis lectores dos enlaces que ponen en cuestión el PIB tal y como lo conocemos y que con tanta meticulosidad estima el INE. Pero que omiten, por ejemplo, el efecto económico de servicios tales como las búsquedas que uno hace en Google. Son, bajo una perspectiva más económica, este (de The Economist) y desde otra más estadística, este otro.