Una anécdota sobre el mercado eléctrico y sus mermas
Hace años, algunos ya, di un curso de R en una empresa de consultoría bastante grande. La impartí dentro de un grupo que desarrollaba soluciones para el mercado eléctrico. Hablando con ellos, a la hora del café, me contaron uno de los proyectos en los que trabajaban: un sistema de optimización de la distribución eléctrica que podía ahorrar millones (no recuerdo bien la cifra, pero era impresionante) a las compañías eléctricas en concepto de energía que se disipaba y perdía sin beneficiar a nadie. Sin embargo, el proyecto no tenía comprador por un muy particular motivo: la legislación del mercado eléctrico obliga a los usuarios finales a compensar a las empresas por esas pérdidas. De modo que si se reducía la pérdida, se reducía igualmente la facturación de las compañías.
En España, según el Banco Mundial, estas mermas son del 8%. Las medias correspondientes a los países avanzados (UE, OCDE, zona euro, etc.) son todas del 6%.
Igual lo que cuento tiene que ver.
Nota: Igual la particular geografía y distribución de la población española tienen algo que ver también. Pero basta con echarle un vistazo a las pérdidas de otros países tales como EE.UU. o Chile para que la hipótesis pierda fuerza.