¿Es Madrid ciudad para startups (relacionadas con los datos)?
[Esta entrada, simplemente, plantea una hipótesis altamente especulativa; expone una serie de argumentos su pro pero deja la pregunta abierta y la respuesta al buen criterio del lector.]
El año pasado di un curso de estadística bayesiana (¿a alguien le interesaría que lo impartiese en su empresa o institución?) en la UPC, en Barcelona. En un descanso hablé brevemente con una alumna que estaba buscando trabajo en el mundo de la ciencia de datos. Le pregunté si no le interesaría mudarse a Madrid (quienes vivimos en Madrid sabemos que no hay vida inteligente fuera de nuestra provincia, ¿verdad?) y me contestó que en Madrid no había nada, que no había empresas, que no había movimiento; que en BCN había muchas, pero que en la villa no le constaba. Me sorprendió (y lo admito, me ofendió un poquito) y respondí lo obvio: que si BBVA, que si Santander, que si Telefónica, que si Amadeus, que si… ¡tenemos decenas de factorías/churrerías de ciencia de datos por toda la periferia de la M-30!
Pero ahí mismo, según enumeraba, caí con cierto desasosiego en que todos mis contraejemplos eran Ibex 35.
Luego vi que nuestros colegas de BCN trabajaban en empresas sub-ibex (por llamarlas de alguna manera): textiles, distribución, industria mediana de la que fabrica cosas de verdad, etc. Empresas, además, que no dependen de lo que publique el BOE un buen día, que operan en negocios no reguladísimos y cuya cuenta de resultados no se debate en el palco de un estadio.
Recientemente, en otra charla de café, ha aparecido nuevamente el tema y he vuelto a recaer en la impresión de que esas empresas con sede en Madrid, las grandotas, vampirizan el mercado de científicos de datos capitalino. Crowding out, lo llaman los anglosajones. A golpe de talonario, con la promesa de una carrera laboral apacible, sacan del mercado a la gente que sabe teclear con criterio y les dan un Dell plataformado con Windows 7 y una cuenta en el clúster de Spark corporativo.
Y mientras, en el resto de la economía de la villa y corte se oye el canto de las chorlas.
Insisto, esta entrada es altamente especulativa y me constan contraejemplos por doquier. Pero…