Taxis (y su huelga) y tráfico (en Madrid)
El tráfico (rodado) en una ciudad grande (como Madrid) es un sistema complejo.
Los sistemas complejos buscan equilibrios. Un ecosistema es un sistema complejo en el que los corzos comen hierba y los lobos comen corzos. El número de corzos y zorros se autodetermina mutuamente (¿Lotka-Volterra?). De tal manera, además, que siempre están en el límite de la supervivencia: es el hambre y la necesidad la que regula las poblaciones. Hobbes diría que la vida en un sistema complejo es desagradable, brutal y corta.
Si de repente los pastores eliminan a los lobos (porque se les comen las ovejas), la población de corzos crecería tanto que comenzaría a molestar a los agricultores, etc.
De hecho, no hace falta siquiera que la intervención sea tan radical. Los equilibrios pueden ser tan endebles que intervenciones potencialmente pequeñas pueden llegar a tener efectos importantes en el nuevo equilibrio.
Un sistema económico donde hay competencia efectiva es otro de esos sistemas complejos donde muchos actores están en el límite mismo de la supervivencia. Igual que en un ecosistema, una alteración de las reglas de juego (¿elevar el salario mínimo?) puede llegar a tener efectos importantes (la desaparición de agentes, etc.).
Es lo que tienen los sistemas complejos.
Y ahora, Madrid y taxis, basado en ¿Por qué ha mejorado tanto el tráfico en Madrid con la huelga de taxis? El artículo, muy oportuno y bien documentado, omite un aspecto fundamental que puede haber llevado a muchos lectores a engaño: que desapareciendo los taxis, el tráfico de Madrid será siempre como en agosto.
Sin embargo, en lo del tráfico hay herbívoros (carriles) y carnívoros (vehículos). La huelga de taxis es una intervención sobre el ecosistema que reduce (en la medida que bien indica el artículo) el número de depredadores. Quedan carriles libres y se puede recorrer Castellana en un suspiro. ¡Genial!
Pero el ecosistema ha quedado en desequilibrio. La abundancia de presas es una llamada a esos depredadores que antes permanecían en el garaje o que cruzaban la ciudad por las emes (M-30, M-40… a saber). Cabe esperar que los agentes reconsideren en los próximos días (sobre todo, si la huelga de taxis se alarga o eterniza; o si, simplemente, se extinguen) sus hábitos alimenticios y se lancen a devorar los brotes verdes a los que se refiere el artículo.
A saber cómo sería el nuevo equilibrio. Pero sospecho que se parecería a una combinación convexa entre lo que fue y lo que es. Más proximo, aventuro, a aquel extremo que a este.