En respuesta a los "dudacionistas" de la vacuna que me preguntaron, preguntan o preguntarán
Previo:
- Hoy he oído el término dudacionista (de la vacuna) por primera vez. Me parece, por lo que contaré después, mucho más apropiado —y en otros que también aclararé, mucho menos— que negacionista para muchos de los casos que conozco.
- Varios dudacionistas me han preguntado sobre mi opinión sobre su postura. Por referencia (mía y suya) y para poder contestar a los que vengan con una url, escribo lo que sigue.
- Escribí una entrada hace un tiempo, esta, en el que esbozaba una postura comprensiva hacia los dudacionistas en las primeras fases de la vacunación en el que argumentaba alrededor del principio de precaución (esencialmente).
- Entonces no, pero ahora ya sí tengo mis dos dosis preceptivas de la vacuna.
Tras lo cual, comienzo.
Hay cosas que se son y otras en las que se está. Se puede ser blanco, marileño, alto o negacionista. Se puede estar en Madrid, en babia, enfermo o en la duda. La duda es un estado transitorio —en el mejor de los casos— del que se aspira a salir. Aquellos que me han preguntado al respecto, solo por hacerlo, demuestran querer hacerlo: están —no son— dudacionistas.
Un dudacionista —lo sea de la vacuna o de cualquier otra cosa— racional tenderá a incorporar información que le ayude a superar su estado adolescente (en el sentido más etimológico del término). Siendo racional, tenderá a operar bayesianamente, actualizando su posteriori, su visión del mundo, a la luz de nuevas evidencias. De aplicar rectamente los fundamentos de la teoría bayesiana de la toma de decisiones —aunque sea de manera implícita— deberá haber un momento, un límite, en el que la acumulación de evidencias —de ser estas en la dirección en la que hasta la fecha suceden las cosas— le haga tomar la decisión de vacunarse.
¿Mi consejo pues para los dudacionistas? No es ni que se vacunen ni que dejen de hacerlo. Es, simplemente, que se sienten un día consigo mismos y expliciten esas reglas de toma de decisiones. Por ejemplo, de la manera siguiente: Cambiaré de opinión al respecto cuando (a) mil millones de personas se hayan vacunado y durante un periodo de 6 meses no se hayan detectado problemas notables y/o (b) en cien personas vacunadas de mi entorno no se hayan detectado efectos adversos en un año.
Y que, hecho lo cual, tomen decisiones como un pro.