Migración de Pocket a Wallabag

Creo que en alguna ocasión he hablado de mi infraestructura para industrializar mi proceso de lectura. A grandes rasgos, funcionaba así:

  • Usaba Pocket como repositorio central. Una de las ventajas que ofrecía era que podía ser utilizado vía API.
  • Sigo unos cuantos blogs e importaba los RSS a Pocket en un proceso diario que corre via cron en mi servidor doméstico.
  • Además, en Pocket almacenaba artículos interesantes que encontraba mientras navegaba.
  • Un proceso horario reclasificaba esos enlaces en distintas etiquetas específicas para:
    • Entradas que leer más despacio (p.e, el fin de semana, frecuentemente con el apoyo de NotebookLM).
    • Entradas que archivar en Obsidian.
    • Entradas que me inspiran a escribir sobre asuntos en el blog.
    • Etc.
  • Una de las etiquetas, resumir se asociaba a enlaces cuyos contenidos pasaba luego por un LLM para obtener un resumen del texto. La entrada en cuestión, se reetiquetaba como resumida y, una vez leído el resumen, consideraba las distintas opciones: borrarla, reetiquetarla de nuevo, etc.

Todo el proceso ocurre con un alto grado de automatización:

  • Usando la API de Pocket.
  • Usando LLMs vía API (a través de OpenRouter, por supuesto).
  • Implementando reglas duras para casos conocidos (p.e., para saltar paywalls o captchas).
  • Implementando reglas suaves basadas en LLMs.
  • Etc.

Ahora se acaba de anunciar que Pocket deja de dar servicio. Lo cual ha descabezado todo mi tinglado.

Por si a alguien le puede servir de ayuda, mi solución ha sido migrar a Wallabag. De hecho, ni siquiera lo he autoalojado, algo que podría haber hecho sin mucho esfuerzo. En lugar de eso, he preferido pagar los 11 euros anuales por una subscripción básica. En parte, por ayudar al sostenimiento del proyecto y que no le ocurra como a Pocket.

¿Ventajas con respecto a Pocket? Bastantes:

  • Dispone de una API tan potente o más que la de Pocket.
  • De hecho, funciona mejor y tiene menos bugs.
  • Permite descargar el contenido íntegro de las entradas, mientras que Pocket solo permitía descargar unas cuantas líneas.
  • Además, permite reemplazar el contenido (que es lo que hago ahora con los resúmenes automáticos).

En definitiva, el cierre de Pocket ha supuesto cierta carga de trabajo pero lo interpreto optimísticamente como una sobreexcitación suficiente como para superar una metafórica barrera de potencial y alcanzar un estado de equilibrio más satisfactorio.