Clustering (I): una pesadilla que fue real
Comienzo hoy una serie de entradas en seis entregas sobre una muy utilizada técnica de análisis de datos de la que soy un profundo detractor. Reconozco que uno de los motivos, aunque menores, de esta postura estriba en que carece de un nombre castizo y reconocido en español. Aunque por ahí gusta agrupación o agrupamiento, yo siempre he preferido arracimamiento: aparte de su valor visual, descarga el término grupo, manifiestamente sobreutilizado en muchos ámbitos.