Varios

Onodo: redes para contar historias

CartoDB (ahora Carto a secas) lo hizo con mapas. Onodo lo quiere hacer con grafos.

onodo_demo

Onodo acaba de salir a la luz de mano de Civio y quiere convertirse en una herramienta para crear muy fácilmente visualizaciones interactivas de redes y nodos, y poder contar historias con ellas. Viene a ser un Gephi digamos que al alcance de (casi) todos, sin el aparataje matemático y orientado a la publicación en la web.

"Mi argumento no era científico, sino empírico"

En El triunfo de los descerebrados escribe Javier Cercas una frase que le vale no tanto la fama como una mención veraniega en mis páginas. Es la que titula la entrada y que no voy a comentar más.

No habría seguido leyendo de no haber advertido que el asunto es material de blog, en esta época en la que tan corto ando de motivos, y me habría perdido otro parrafito,

Cómo capturar datos usados en visualizaciones en la red: una alternativa robusta al scraping

Se me pregunta cómo llegué a los datos con los que armé esta entrada. Recuérdese que gráficos como los que aparecen aquí los pinta tu propio navegador con javascript. De alguna manera, el servidor manda datos a tu navegador y, por lo tanto, de alguna manera, esos datos obran en tu poder. Sólo hay que saber capturarlos.

La manera (más bien, una de ellas):

  • Abre la página con Chrome
  • Abre Chrome DevTools (con control-mayúscula-c en algunas máquinas o a través de menús (Tools, etc.) siempre).
  • Entra a la pestaña Network y selecciona XHR.
  • Busca entre los distintos ficheros intercambiados: típicamente, los datos están en el fichero más voluminoso.

Hay variantes (p.e., el navegador puede estar haciendo una petición POST), pero como todos los lectores de este blog menos, que me conste, uno sois gente lista, seguro que dais con la manera.

Transparencia, libertad y carcas (de antaño y hogaño)

Me cuenta Google que Hegel defendía eso de que la historia es el relato del desarrollo de la libertad humana (o algo parecido y en alemán). Y si algo ha de desarrollarse (y, además, al lento ritmo de la historia) en lugar de extenderse como las epidemias en esas pelis de catástrofes, es porque ha de vencer resistencias.

Recuerdo las de antaño: no ha de confundirse libertad con libertinaje, un concepto que treinta años después sigo sin entender. Así nos decían los carcas allá por los ochenta.

90 millones de euros en tecnologías del lenguaje

El gobierno español ha anunciado (ya hace un tiempo) un plan de impulso a las tecnologías del lenguaje con una dotación de 90 millones de euros (lo que costó el fichaje de Ronaldo).

Veremos en unos años qué ha dado de sí la cosa. En particular, si habrá permitido que los usuarios de R dispongamos de herramientas libres (porque de momento, ya están cobrándonoslas vía Agencia Tributaria) para hacer nuestros cacharreos.

O si, por contra, unos espabiladillos habrán sabido ordeñar la vaca con la excusa de desarrollar proyectos que acaben en una memoria que presentar en el ministerio de turno para justificar la subvención y unos zips en los discos duros de los ordenadores del fondo. Esas herramientas y proyectos, vamos, hechos a desgana y que, una vez cortado el chorro de la subvención, caen en el olvido.

La ciencia: dos puntos de vista

La escala de grises media entre un blanco y un negro, las dos posturas frecuentemente identificables que expongo.

Postura uno: ciencia como fin en sí mismo. Los científicos reclaman a través de un bucle burocrático recursos a las clases productivas. Si alguien levanta la ceja alegan eso de que sin ciencia no hay futuro y de preguntárseles por evidencias del impacto social de su quehacer responden, a lo más, con evidencia anecdótica.

¿Jupyter? Me quedo con Rodeo, creo

Ayer, después de mucho tiempo, perdí horas de sueño enredando con Jupyter. Y mi sensación fue la misma que hace un año: está bien para presentaciones, cursos y en definitiva, contenido cerrado y estructurado que para el cacharreo diario. ¡Echo en falta un lugar en el que equivocarme reiteradamente!

En RStudio, al menos, dispongo de la consola y de algún programa que uso como espacio de borrador. En Jupyter me siento como obligado a comportarme como esos niños repelentes que tomaban apuntes directamente a limpio.

Internet: la frutería y el sushi bar

Internet es en gran medida (y lo fue aún más) una especie de frutería: si quieres manzanas, vas a donde las manzanas; si quieres peras, vas a donde las peras, etc. Esta manera de organizar la información en internet tiene que ver con su sustrato tecnológico: la gente conecta servidores y en ellos coloca información sobre temas diversos. Luego, los buscadores nos ayudan a ubicar aquello en lo que estamos interesados.

Repensando la tiranía de la anarquía

Tener y cumplir reglas te puede hacer libre. La falta de reglas o su incumplimiento puede restringir tu libertad. Mi ejemplo favorito es el de las escaleras mecánicas del metro. En muchas ciudades opera y se cumple una regla no siempre escrita: si quieres permanecer quieto, quédate en el lado derecho y deja el lado izquierdo para quienes quieran subir más aprisa. Esa regla (o costumbre) te permite optar: lado derecho y no caminar; lado izquierdo y avanzar más rápido.

La intersección de lo interesante, lo sorprendente, lo cierto y lo basado en datos

Me interesan, obviamente, los problemas interesantes.

Me interesan los problemas en que puedo argumentar basándome en datos. Para ello, obviamente, de nuevo, tienen que existir datos con los que tratar de dar respuesta a esas preguntas interesantes del párrafo anterior.

Me interesa que los datos revelen respuestas no obvias, que no sepamos ya de antemano. Me interesa que los datos me sorprendan.

Me interesa, obviamente, que esas respuestas sorprendentes a preguntas interesantes basadas en datos sean ciertas. O que tengan visos de certeza. Cuando menos, que no se caigan en la primera revisión crítica.

Droga dura: El retorno de los chamanes

He pasado unos días enganchado a El retorno de los chamanes, un libro de mi paisano Víctor Lapuente.

Es una obra sobre política escrita por un politólogo. Por lo que no habría lugar comentarlo en estas páginas. Pero hay varios motivos por los que sí.

Vaya por delante que es un libro que me resulta difícil por mi formación y, sobre todo, mi deformación. Soy matemático y durante años mi trabajo ha consistido en abstraer, teorizar, extraer la esencia, crear modelos generales para poder aplicar después el método deductivo. Me han programado para buscar cierres teóricos, listas de axiomas de los que se deduzcan razonadamente hasta los más humildes corolarios. He sido educado y socializado durante años para convertirme en chamán.