De todos modos, es oportuno porque en el vídeo hago referencia a cosas que, cuando se rodó, aún no estaban ni escritas ni publicadas pero que el lector interesado encontrará en esa serie.
que estaba alojado en un portal del que probablemente acabe desapareciendo. Lo he repasado por encima y creo que sigue conteniendo cosas valiosas. Otras puede que hayan acabado desactualizadas. Espero no obstante que lo bueno aproveche y lo malo no confunda.
Esta semana he tenido el placer y el honor de tener como invitado en mi canal a Carlos M. Madrid Casado para discutir el manido y usualmente maltratado tema de la causalidad. Lo hemos hecho desde varias perspectivas: la estadística, por supuesto; la de otras disciplinas con las que la estadística interactúa habitualmente, como la medicina, la física o la economía; y, finalmente, desde la filosófica, por ver qué se puede aportar desde esas coordenadas al asunto.
Igual no lo debería haber hecho. Trata del manido tema “alguien ha publicado un artículo científico con serios errores metodológicos”. Que es una versión del más popular
(No hace falta que indique la fuente, ¿verdad? Sabéis que sé que sabéis de dónde lo he sacado, ¿no?)
El vídeo existe en lugar de no existir, aparte de por la amabilidad de los participantes en el debate, por la perplejidad que me causa el inesperado cambio de tendencia en el mercado (de la ciencia de datos en España), que ha pasado de un crudo invierno post-pandémico, en el que parecía que la inversión privada se retraía hasta el nihil, a una situación de desbordamiento.
Este vídeo está motivado por un comentario muy entrañable y fácil de pasar por alto que me llamó la atención en este artículo de ElDiario.es. En el fondo, los autores, se dan cuenta de que pueden estar incurriendo en la falacia ecológica, término que dudo que conozcan siquiera, y admirablemente, se percatan de que pisan terreno pantanoso y se curan en salud.
Eso me conduce a reflexionar sobre cómo y cuándo se conformó esa ideología (¿o liturgia?) de lo cuantitativo sobre la que no quiero decir nada más que lo que cuento en el vídeo:
en el que discuto dos problemas: uno, general, que es el que indica su título; y otro más concreto que es su motivación última: si es posible asegurar que la combinación de vacunas es segura a través de un estudio realizado con 600 sujetos, tal como el realizado por el ISCIII recientemente.