Etsa es una edntara a pubrea de roreetcs cnctoaumes

Psandeno en cómo ebiisrcr a pbruea de roceetrs plaigoaris couetmacns rodecré esto y lo he idepmneatlmo en R.

No sé si ertéaiss o no de adeurco en que fncniuoa o no, es dicer, que los ttoexs son rloeincboecs si se faijn la pmirera y úmtila lerta de cada pabrala y se puertma el retso. Lo que sí que es ctireo es que añade a cdaa txeto una mcraa catstaícirerca que decnniua su pdcionereca. Lo mlao sreía que el rtecor, cosiape la ieda, el cgiódo que cipoo djeabo, psermuate las pcmtanorieeus y qesudae como un señor.

Llegó (¿llegó?) el tiempo de la ingeniería estadística

Mucho se habla de ciencia de datos pero poco de una disciplina emergente de la que me ocupé hace tiempo en una entrada que entre las más de 1300 que llevo no ubico: la ingeniería estadística.

Porque muchos de nosotros no hacemos ciencia (¡Dios nos guarde!); más bien, resolvemos problemas reales en contextos reales. Y, entre otras cosas, defenimos o redefinimos el problema (¡al carajo con el RMSE!).

Pero, ¿qué es la ingeniería estadística? Pues podéis averiguarlo aquí mucho mejor contado que por mí.

Tres grandes problemas que ocupan pero, según el CIS, no preocupan

Plañe el periodista porque dizque hay tres graves problemas que, a pesar de lo que ocupan (en los medios), a la hora del CIS, no preocupan.

Aggiorno una vieja entrada para ver, por ejemplo, cómo ha variado en los últimos años la preocupación de los encuestados por el CIS acerca de uno de los tres graves problemas:

De hecho, el porcentaje que se muestra indica la proporción de los encuestados que mencionaron el asunto como uno de los tres principales problemas de España. La pregunta, de respuesta abierta, aparece así formulada en los cuestionarios:

Evolución de la edad media de la población por provincias

Abundo en la entrada de ayer. Lo hago para mostrar

En el gráfico anterior se muestra la evolución de la edad media de la población de las provincias españolas como diferencia con respecto a una evolución media calculada como la regresión lineal de todas las edades medias con respecto al año. Es decir, algo así como evolución relativa.

Se aprecian claramente los rejuvenecimientos relativos de Guadalajara y, en menor medida, Toledo. Especialmente acusados durante este siglo.

Rejillas poblacionales con R (un borrador)

R

me llegó ayer por Twitter (vía @unnombrealazar). En el mapa aparece representada la edad media de la población por provincia (y hoy voy a dar las cloropetas por buenas). Salta a la vista Guadalajara: tiene una edad media ¿sorprendentemente? baja. Tanto que tuve que comprobarlo en el INE. La explicación (siempre a posteriori) más obvia es

@gilbellosta @unnombrealazar inmigrantes que trabajan en el corredor del henares, familias con niños supongo

– jesus alfaro (@jesusalfar) 26 de marzo de 2017

Datos abiertos y farolas solares: más motivos para el escepticismo

La semana pasada hice constar mi escepticismo acerca del poder transformativo de los datos abiertos. Mencionaba dos ámbitos en los que existen datos no solo abiertos, sino abundantes y en tiempo real: el de los deportes y el de las finanzas. Y cómo, a pesar de ello, seguimos siendo, como sociedad, mendrugos tanto en lo deportivo como en lo financiero.

Valga un tercer caso que dispongo a exponer.

Tenemos igualmente datos abiertos, abundantes y en tiempo real de producción y consumo eléctrico y de su mix, i.e., qué tecnologías y combustibles se usan hora a hora. La gran lección que nos cuentan es:

El señor de las ondículas

Un enanito encuentra un anillo. Eso le lleva a abandonar la comodidad de su Comarca para comenzar la más trepidante de las aventuras que le conducirá a salvar el mundo.

Un matemático encuentra unos papeles abandonados en una fotocopiadora, coge el primer tren para visitar a los autores y consigue transformar la sociedad: gracias a él, podemos ver imágenes de nuestros páncreas en los hospitales.

Eso nos cuenta el primer párrafo de esto, que dice:

Y mientras tanto... nos roban la cartera

Hablamos de ondículas.

Hablamos de datos abiertos.

Hablamos de cómo usar la semilla como hiperparámetro para mejorar una diezmilésima el RMSE.

Hablamos.

Mientras tanto, la mano es más rápida que el ojo, el ojo es más lento que la mano, ¿dónde estará la bolita?, ¿dónde estará?, porque la mano es más rápida que el ojo… Y en esas, el cuñado de fulano nos saca inadvertidamente cuarenta kilos de la cartera.

Con este viejo truco:

Así se calculan los logaritmos de Zaragoza, se ve (y una reflexión)

Estoy en Zaragoza. He bajado a la biblioteca pública que tengo delante de casa y la que le dieron el nombre de aquel chileno de las alamedas. He curioseado lo que tenían de matemáticas y de entre los menos de cien volúmenes de la cosa,

Efectivamente, el libro trataba de lo que su lomo decía: eran tablas y más tablas de logaritmos de números, con sus añejos distingos entre las mantisas y eso otro que ya no recuerdo cómo se llamaba.