Árboles

El discreto encanto de los árboles olvidadizos

I.

A mediados de los ochenta, hubo un momento fundacional en la historia del aprendizaje automático: la aparición de los árboles de decisión. El artículo de Breiman sobre las dos culturas puede entenderse así: existe —o existía en esa época— la cultura de los que usan métodos estadísticos tradicionales y la de los que usan árboles de todo tipo.

Herramientas de minería de datos de entonces, tales como las que vendían SAS o IBM, no encerraban debajo del capó otra cosa —u otra cosa novedosa— que árboles de decisión propietarios. Por todo lo anterior había mucho interés en conseguir mejores árboles, árboles que permitiesen crear mejores modelos —en el sentido, claro está, de cometer errores pequeños—.