Así se calculan los logaritmos de Zaragoza, se ve (y una reflexión)
Estoy en Zaragoza. He bajado a la biblioteca pública que tengo delante de casa y la que le dieron el nombre de aquel chileno de las alamedas. He curioseado lo que tenían de matemáticas y de entre los menos de cien volúmenes de la cosa,
Efectivamente, el libro trataba de lo que su lomo decía: eran tablas y más tablas de logaritmos de números, con sus añejos distingos entre las mantisas y eso otro que ya no recuerdo cómo se llamaba.