¿CDO de, p.e., España? Nah...
Dizque hace falta un CDO (chief data officer) de esa parte de España que es el estado español (aunque no sabemos si con autoridad solo dentro de la administración central o también en sus tentáculos semiautónomos) porque es una figura con creciente importancia en las empresas y con un rol muy definido en ellas.
Aquí voy a argumentar a la contra introduciendo un elemento de sospecha en esa aparentemente sencilla y automática traslación de roles entre la empresa privada y una cosa tan pantagruélica y aparatosa como la administración de un estado. Al menos, en lo que concierne a un CDO con poderes ejecutivos, es decir, con potestad para pedir que algo sea hecho y que, efectivamente, se haga.