Desempleo

El extraño y extremoso caso de los empleados fantasma de Galapagar

El planteamiento:

Su versión larga exige leer El misterio de los 2.875 empleos nuevos de Galapagar.

La versión corta: en Galapagar, un pequeño municipio de la provincia de Madrid, el número de afiliados a la Seguridad Social crece súbita, inopinada e inexplicablemente en casi 3000 personas (50% de incremento).

El nudo:

Comienzan a progarse teorías conspiranoicas. Léanse los comentarios a la noticia anterior. La gente piensa que hay gato encerrado.

El desenlace:

Lo que va del 4.4% al 70%

Dice El País transcribiéndonos (¡gracias!) la nota de prensa del INE sobre la encuesta trimestral de coste laboral (ETCL) del segundo trimestre de 2016:

Solo el 4,4% de las compañías señala que si no contrata es porque el coste es elevado

Lo cual es cierto (por más que el solo aporte un matiz opinativo como tal discutible).

Pero una comparación con el titular,

El 93,8% de las empresas españolas dice que no necesita más trabajadores

¿Tienen sentido las tasas municipales de desempleo?

Sigo los artículos de periodismo de datos de El Confidencial. Los recomiendo, de hecho. Es bueno que alguien se encargue de divulgar noticias que tienen que ver con números.

Y ahora llega el pero. Una parte —y sus autores la consideran importante porque la elevan al titular— de lo que se discute en Nueve de cada diez municipios tienen más paro ahora que antes de comenzar la crisis es amarillismo numérico. Que quiero pensar que involuntario. El nivel municipal, y más habida cuenta del micromunicipalismo español, es demasiado fino para capturar algo que no sea ruido.

Ni-nis y estados transitorios

Imaginemos un país feliz en el que mucha gente trabaja durante dos años y luego se toma un mes para buscar otro trabajo mejor. ¿Cuál sería su tasa de paro? Del 4 %: la gente pasaría en el paro uno de cada 25 meses. Ese estado transitorio de un mes se manifestaría así en la EPA de dicho país, como un stock de desempleados.

Descrita como flujo, la situación parecería propicia. Descrita como stock, habría quien le pusiera pegas.

Facetas para entender, tal vez, la evolución del paro

La verdad, no sé de dónde los sacan porque la EPA es trimestral. Pero el INE publica datos mensuales de la tasa de desempleo y las cuelga de una de esas URLs que tienen pinta de cambiar con cualquier soplo (es decir, aviso de que en cualquier momento el enlace deja de funcionar). Por ssi acaso, estos son los datos a día de hoy.

También aparecen publicados regularmente en prensa. Y los expertos opinan sobre si la cifra es buena y o mala. Pero, ¿buena o mala con respecto a qué? Así que hoy voy a ensayar un marco en el que plantear la pregunta:

El (escaso) beneficio marginal de trabajar

Ayer hablé con un tipo. Es ingenerio superior, con quince años de experiencia y… desempleado desde hace unos meses. Me contaba que le habían ofrecido un trabajo (en condiciones, además, sorprendentemente más beneficiosas de lo que se ve por ahí en estos días). Pero que, me contaba, el beneficio marginal para aceptarlo (que conllevaría renunciar a la prestación por desempleo, etc.) le resultaba insuficiente. Mejor seguir desempleado.

Y él sin producir, el estado teniendo que abonarle la prestación y la empresa teniendo que seguir rebuscando entre currículos. Todo carga muerta social. ¿Es este nuestro sino? ¿O pueden plantearse alternativas inteligentes en las que, sin que nadie resulte perjudicado, se reduzca el coste social a las que dan lugar este tipo de coyunturas?

Más sobre variaciones insignificantes en estadísticas públicas

Hemos talado cantidad de montes y destruido el ecosistema de miles de ardillas para fabricar el papel sobre el que discutir asuntos totalmente irrelevantes. Hablé un poco de eso hace unos días y más en ocasiones anteriores, como esta y alguna más que me da pereza ubicar.

Ahora leo en Significance cómo protesta Mark Fransham:

La BBC informó la semana pasada que “el número de desempleados descendió en 50.000 hasta los 2,53 millones en el trimestre anterior”. Me pareció un cambio pequeño en una estimación procedente de una encuesta. Así que, preguntándome por la significancia estadística, consulté la página de la Oficina Nacional de Estadística, (ONS). Que, de hecho, decía: “hay 2,53 millones de desempleados, 50.000 menos desde marzo a mayo de 2012 y desde la año anterior”.

Estoy muy de acuerdo con la CEOE...

… cuando dice que hay que ver qué pasa y analizar las estadísticas. En lo demás, no lo sé (ni lo pienso decir aquí). Pero traigo el asunto a colación porque hace un par de días hablé, un tanto exteporáneamente, sobre desempleo y subsidios. Y uno de mis lectores hizo un comentario del que extraigo

No me gusta, no me gusta que se insinúe siempre que “España está llena de listos, que agotan el paro porque les sale mejor que trabajar”.

Desempleo, incentivos y geometría

En un país hipotético, E, tienen un mecanismo de protección social que garantiza a los desempleados un subsidio consistente en nueve mensualidades de 100 euros (por simplificar). En este país viven cuatro ciudadanos, A, B, C y D:

  • A pierde su trabajo pero es diligente y capaz y encuentra otro al cabo de 5 meses. Recibe 500 euros de subsidio.
  • B pierde su trabajo y tarda 15 meses en encontrar otro. Recibe 900 euros de subsidio.
  • C pierde su trabajo y decide no buscar otro hasta agoter la prestación: con su guitarra y algunas chapuzas que le salen, vive. Recibe 900 euros.
  • D trabaja y tiene envidia de C. Piensa que por 150 euros haría lo mismo que él. Pero no por 100.

Al gobierno de E se le ocurre lo siguiente: pagar un subsidio de 180 euros el primer mes, 160 el segundo y 200  - 20 * n, el enésimo, es decir,