Sobre la normalización de las direcciones postales
Lo de las direcciones postales es un caos. Trabajar con ellas, una tortura. Y cualquier proyecto de ciencia de datos que las emplee se convierte en la n-ésima reinvención de la rueda: normalización y tal.
Cuando todo debería ser más sencillo. Cada portal en España tiene asociado un número de policía, un identificador numérico único. Independientemente de que quienes lo habiten se refieran a él de formas variopintas, vernaculares y, en definitiva, desnormalizadas y desestandarizadas hasta pedir basta.