Repensando la tiranía de la anarquía
Tener y cumplir reglas te puede hacer libre. La falta de reglas o su incumplimiento puede restringir tu libertad. Mi ejemplo favorito es el de las escaleras mecánicas del metro. En muchas ciudades opera y se cumple una regla no siempre escrita: si quieres permanecer quieto, quédate en el lado derecho y deja el lado izquierdo para quienes quieran subir más aprisa. Esa regla (o costumbre) te permite optar: lado derecho y no caminar; lado izquierdo y avanzar más rápido.