Gowex

Demasiado bueno para ser cierto

O el porqué de la importancia de los outliers.

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Hace unos días me presentaron unos datos. Demasiado buenos para ser ciertos. Casi seguro que reflejan un efecto que no es el que se quiere medir. Estaban muy fuera de rango.

Leí los 93 folios del informe de Gotham sobre Gowex. Si algo debió llamar la atención de esa gente era que la información pública de Gowex estaba plagada de outliers: consistía en una sistemática comparación de ciertas métricas públicas de la empresa con las de sus competidores. Outliers por doquier. El resto de la historia, conocido: ponerse en corto, publicar y hacer dinero.

Por qué soy escéptico con respecto al periodismo de datos

Lo dejé dicho hace un tiempo: en algún momento de esta charla expresé mis motivos.

Hay iniciativas muy encomiables que abogan por la apertura de datos. Convengo que la disponibilidad de datos de organizaciones púbicas y privadas facilitaría su fiscalización. En particular, la fiscalización que realiza la prensa: su acción sería más eficaz de no tener que jugar al gato y al ratón.

Pero hay motivos para el escepticismo. Hay motivos para pensar que la liberación de datos es condición hasta cierto punto necesaria pero en modo alguno suficiente para alcanzar esos loables objetivos. Existen dos contraejemplos rotundos. Se refieren a ámbitos en los que la información es pública, abundante e inmediata y que, además, tienen suma importancia periodística: economía y deportes.