Si lees "Nudge" verás las cosas de otra manera
Si acabas, como yo, de leer Nudge, es probable que comiences a ver las cosas de otra manera.
Lo malo del libro es que está escrito por estadounidenses y para estadounidenses. Y allá ellos con sus problemas. Pero, mutatis mutandis, a uno se le comienzan a ocurrir traslaciones tal vez oportunas.
Por ejemplo, piénsese en esas hipotecas de las que tan de moda está hablar estos días. Inducido por el contenido del libro a uno se le ocurriría pensar que los problemas que ahora atraviesan determinados individuos por su culpa se debe a la asimetría de la información: los bancos, que venden muchas, lo saben todo al respecto; la gente, que a lo sumo se hipoteca una o dos veces en su vida, está a dos velas. Y luego se topa con la letra pequeña, etc.