Si se estudió que las autopistas eran viables, ¿por qué están ahora en quiebra?
Así titula El Mundo un artículo en el que el mismo periódico se responde:
Porque los estudios de viabilidad sirvieron más para justificar la construcción que para cubrir una necesidad real. La R-3 y la R-5 absorberían 70.000 vehículos diarios según las estimaciones y el tráfico real es al menos cuatro veces inferior. En sentido contrario Gobierno, concesionarias y bancos subestimaron el coste del suelo. Los expropiados llevaron su caso a los tribunales y llegaron a multiplicar hasta en 10 veces lo que recibieron años atrás.