¿Cuánto durará la sólo-nostalgia?
Mi vieja amiga Elena Álvarez me sorprendió el otro día publicando nada menos que en el periódico de mis contraejemplos, el muy apriorístico ElDiario.es, el artículo “Sólo” y la tilde de la nostalgia. Trata temas que hay había hablado con ella y sobre los que vi que había publicado bastante en otros sitios.
Falla (vosotros no lo sabéis, pero ella y yo sí) en que Elena, tan declaradamente descriptivista, se pone la gorra normativista y atiza a los renuentes al cambio a golpe de manual aristotélico. Lo cual, inconsistencias teóricas suyas aparte, porque no dejan de ser tema personal, no juzgo malo sino bueno.