Ya, pero ¿es viable un fact check descentralizado? Entonces, ¿qué hacer?

Me llegó ayer por Twitter lo siguiente:

Lo había publicado alguien que no conocía y retuiteado (por eso me alcanzó) una persona que sigo porque me consta que sabe de unos temas pero que ignoro en qué medida está puesta en los geopolíticos y la historia económica de las naciones del mundo.

Los datos llaman la atención: son interesantes y no obvios. Pero sabemos que la intersección de lo intersante, no obvio y cierto es prácticamente el conjunto vacío. Por lo que hay una alta probabilidad de que esos datos de presunto origen en el IMF y los muy adictos al Excel (y a meter la pata con él) Rienhart & Rogoff hayan sido embellecidos.

Por lo tanto, uno debería contrastar esos datos antes de retuitear. De otra manera, estaría incurriendo en el mal hábito de confundir a los demás. Pero si todos contrastamos… ¿quién se encarga en tanto de darle a la manivela que mueve el mundo?

Estas reflexiones me llevan a considerar lo ineluctable de retornar a un sistema oligocentralizado de verificación al que subcontratar esas tareas. Lo que siempre hubo, vamos. Salvo que no está nada claro cómo remunerarlo.