Hay algo podrido en la microeconomía normativa

Para el normativista (economista o no), lo importante no es como son las cosas sino cómo deberían ser.

En Temporalidad: ¿buenas intenciones con malos resultados? viene a decirse que:

  • La temporalidad laboral es intrínsecamente perversa.
  • Que hay que desincentivarla de alguna manera (p.e., encareciendo los contratos temporales mediante penalizaciones fiscales)

Normativismo at its best. Yo no sé cómo son las cosas. De hecho, siempre espero que gente como los autores del artículo me las expliquen, que describan antes identificar problemas y proponer soluciones. Pero aun sin saber cómo son las cosas, sé cómo son mis cosas.

Y estas son así. Hace un tiempo, en Circiter tuvimos un proyecto que incluía, entre otras cosas, hacernos cargo de un proceso diario que consistía en pasar la mañanica ejecutando scripts, esperando a que terminasen, insertando los resultados en herramientas ofimáticas horribles, enviando correos en los que había que modificar a mano una fecha, etc. Una de esas pesadillas en la oficina que nos pusimos a automatizar. Sí, actualmente, el proceso es enteramente automático y corre sin intervención manual (efectivamente, es una de esas tareas manuales amortizadas por la tecnología de las que tanto se habla). Pero en aquella época, o avanzábamos en la automatización o la seguíamos haciendo a mano. Era una de dos. Pero como no hay dicotomía no falsa, optamos por incorporar a una persona que se hiciese cargo él mientras nosotros, por otro lado, programábamos a matacaballo. Y sí, fue uno de esos contratos que hacen llorar a los economistas progres: temporal, jornada parcial y una remuneración no muy allá. ¡Qué se le va a hacer!

Pero así son mis cosas, las que me constan: existió una tarea concreta, con una duración predeterminada que se cubrió con un contrato temporal. Y no siento que a los autores del artículo que enlazo les conste que existan situaciones concretas que requieran contratos temporales. De hecho, dicen:

¿Cómo eligen las empresas la duración de los contratos temporales? Los menores costes de despido de los contratos temporales seguramente están detrás de su uso, en detrimento de los contratos indefinidos.

La verdad, en lugar de aventurar una respuesta, podrían haberme preguntado y yo se lo habría explicado. Podrían haber preguntado a otras empresas y seguro que también se lo habrían podido explicar. Y entonces podrían haber escrito sobre la realidad de las cosas. A lo mejor, también, podrían haber encontrado respuesta a esa cuestión que les choca:

Que la duración media de los contratos temporales caiga es un resultado muy chocante, dado que el objetivo de la penalización es reducir la rotación laboral.

Eh, ¿y si resulta que el mundo ha cambiado y cada vez existen más tareas como la que describo? Sinceramente, no sé si es cierto o no; ni quiero aventurar respuesta. Pero tal vez de ellos sí debieran.

En resumen, como empresario, me incomoda que se me atribuyan intenciones que no tengo. Pero eso es lo de menos. Lo de más es que el artículo está trufado de falacias ecológicas y, sobre todo, de normativismo no basado en lo que las cosas son.