Mapas: cosas casi increíbles que pueden hacerse con R

Nunca pude ser un erizo. Lo intenté durante años y acabé en el sicólogo. Si el cuerpo me hubiese dado, ahora, tal vez, como algunos compañeros de promoción, sería un experto en un área diminuta del conocimiento y corregiría exámenes los fines de semana. Descubrí con tiempo y muchas sesiones de a 60 euros la hora que había nacido para ser un zorro, un merodeador que olisquea aquí y allá.

Una lectura superficial de estas páginas que escribo puede dar la impresión de que contienen conocimientos profundos (¡ojalá!). Una lectura profunda, que contiene superficialidades (¡convengo!). Son obra de un zorro.

Como tal, lo que se me ocurre, acaba aquí. Lo mejor de lo que leo, también; tal vez con aderezo de comentario o crítica. Lo que ni fú pero sí fá, va a Twitter.

Pero hoy voy a hacer una excepción. Voy a malgastar una entrada solo para invitar a mis lectores a visitar esto.