La expresión que da título a la entrada procede de un escrito de Andrew Gelman. Aunque se refiere a un problema estadístico muy concreto, la he podido aplicar en otros contextos. Es uno de esos conceptos que cuando uno tropieza con ellos, no puede dejar de verlo en todas partes.
Gelman se refería originalmente al problema de la reponderación de las encuestas. Desafortunadamente, por muy aleatorio que sea su diseño, terminan mostrando sesgos. Por no hablar de las que se realizan en periódicos, Twitter, etc. Existen técnicas que, según la teoría, mitigan en cierta medida el problema y permiten realinear mejor o peor sus resultados con la realidad. Para ilustrar el uso de una de estas técnicas, Gelman et al. realizaron una encuesta extrema en los foros de un videojuego con el objetivo de determinar si a partir de la opinión de un conjunto de gamers, podría reconstruirse la general e ilustrar, de paso, una serie de técnicas de su autoría.