Desconfianza en la estadística pública Argentina
Pasé recientemente unas semanas en Argentina. Abundan las razones para que todos hiciesen eso alguna vez en la vida.
Aproveché para descansar de muchas cosas. Y muy especialmente de ese leísmo rampante y agotador que viene últimamente caracterizando al español peninsular.
Tuve ocasión de hablar de política. De la de acá y de la de allá. Me preguntaron por mi opinión por la K, es decir, el matrimonio Kirchner que controla la política nacional desde hace casi diez años. Honestamente, encuentro los modos de los políticos argentinos —y muy especialmente los de su presidenta— demasiado teatrales, dramáticos, conmovedores. Y no es mi estilo, aunque reconozco que es una mera cuestión de formas.