O algo así reza una cita que no ubico. Viene a cuento de un artículo que se acaba de publicar en Nature, A manifesto for reproducible science, que se resume así:
- Los científicos son gente extraordinaria que persigue honrada y abnegadamente el ensanchamiento del saber humano.
- No obstante, están produciendo toneladas de mierda.
- Pero no lo hacen consciente o malintencionadamente; lo hacen porque no saben.
- Si se equivocan, además, es por culpa de la sociedad, que los incentiva torcidamente.
- Si los científicos se toman la molestia de aplicar una serie de medidas que propone el artículo, producirán menos mierda.
El problema es que la ciencia se paga como la ropa vieja: al peso. Dígase lo que se quiera, pero luego, lo que ufana a científicos, universidades, centros de investigación e, incluso, países, es el número bruto de artículos publicados: de ellos dependen trienios, sexenios, anecas, proyectos, becas, rankings y demás.