Energía y medio ambiente en 2035: algunos números

Energía y medio ambiente concitan una gran atención de los medios. Sin embargo, éstos ofrecen discusiones parciales, sesgadas y, sobre todo, cortoplacistas. Para forjarse una idea más global de lo que pasa y puede pasar hay que acudir a otras fuentes. Una de las más pertinentes es el World Energy Outlook 2010 de la que, a modo de abreboca, extraigo algunos de los hechos más significativos.

En la conferencia sobre el clima de la ONU en Copenhague de diciembre de 2009 se estableció un acuerdo no vinculante para limitar el incremento global de temperatura a 2 grados por encima de los niveles preindustriales. La IEA ha realizado un estudio sobre cómo podría ser el futuro del uso de la energía con el año 2035 en el horizonte planteando tres escenarios alternativos:

  • Escenario 450: los países se atienen a los objetivos de la Cumbre de Copenhague y se fijan un tope de 450 partes por millón de CO2 en la atmósfera.
  • Escenario políticas actuales, que viene a ser lo mismo que seguir tal como hoy en día.
  • Escenario políticas nuevas, que es intermedio entre ambos e implicaría una subida de temperatura media de 3,5 grados por encima de los niveles preindustriales y 650 partes por millón de CO2 en la atmósfera. Se trata del escenario que la IEA contempla como más posible.

Las cifras más relevantes del estudio son las del coste (en términos del valor presente) de la inversión necesaria para alcanzar los distintos objetivos:

  • 18.000 millardos de dólares (de 2009) para el escenario 450 (aproximadamente, 3 veces el valor de todo, todo, todo lo producido por China en 2010 o 14 veces lo producido por España en el mismo periodo).
  • 4.500 millardos de dólares para el de las políticas nuevas.

Visto de otra manera: si el mundo contratase una hipoteca por valor de 18.000 millardos de dólares con un tipo de interés del 5% a un plazo de 25 para pagar el coste del escenario 450, la cuota mensual sería de 105 millardos de dólares (y la anual de 1250 millardos, ligeramente superior al PIB de Australia).

El gráfico siguiente ilustra el esfuerzo que habría de realizarse, especialmente en lo que concierne al la intensidad de generación de CO2 en la generación de electricidad.

Pero existen en el documento otros gráficos que tener en cuenta: el impacto económico de las subvenciones al precio de los productos energéticos por parte de diversos países. Los más importantes están reflejados en el siguiente gráfico:

Las subvenciones de productos energéticos tienen dos efectos perversos (aunque alguien podría tal vez enumerar alguno positivo):

  • Fomentan su despilfarro
  • Consumen recursos que bien pudieran utilizarse para otros fines

El volumen de estos subsidios fluctúa anualmente (especialmente, con el precio del petróleo), pero está cuantificado en unos 500 millardos de dólares anuales.

¡Su eliminación se pagaría prácticamente el 60% del coste de la implementación del escenario 450!