Incendios en España

Quienes siguen de antiguo estas páginas recordarán que ya me ocupé de la cuestión de los incendios forestales hace un tiempo. Después han pasado cosas.

Por un lado, vía Alberto González Paje di con esta página, que utiliza datos del informe estadístico que publica el Ministerio de Medio Ambiente (y de otras cosas más, según la legislatura en cuestión).

También asistí hace un tiempo a una reunión de MediaLab Prado en la que Juan Elosúa nos contó cómo había conseguido acceso a la base de datos completa de incendios del Ministerio a fuerza de insistir y amparado por ciertas normas que garantizan el derecho de los ciudadanos a cualquier tipo de información de tipo medioambiental. Nos mostró, además, algunas visualizaciones que había hecho con ellos.

Ahora, de la colaboración de Elosúa, la Fundación Civio y This is Visual ha nacido el portal España en llamas (que mis lectores están invitados a visitar).

Y quiero hacer dos comentarios al respecto.

Por un lado, dado que los datos están disponibles, (véase el botón etiquetado Descargar datos del portal), espero que la prensa, en el futuro, tenga a bien decirnos cuando ocurra un incendio mientras media redacción está de vacaciones y hay hambre de noticias nuevas con que alimentar las rotativas, si es o no de un tamaño relevante (o preocupante) a la vista del histórico. O si, por el contrario, es el pan nuestro de cada día del periodo estival y podemos irnos tranquilamente a los toros. O lo contrario.

El segundo comentario es una pequeña propuesta de mejora para la información sobre incendios. No basta realmente con saber cuáles ocurren y dónde ocurren. Se estaría incurriendo en el llamado sesgo de selección.

En la imagen anterior se ve dónde estaban los agujeros de bala en ciertos modelos de bombarderos de la Segunda Guerra Mundial. La muestra se extrajo de aquellos que habían regresado de las misiones. Preguntados por dónde habría que poner algún tipo de coraza, los estadísticos británicos dijeron: precisamente donde no hay agujeros de bala. Porque, precisamente, aquellos aviones que recibieron impactos en esos lugares fueron los que no regresaron a la base.

Algo parecido puede suceder con los incendios. En primer lugar, no toda España está uniformemente cubierta de bosques. De alguna manera, habría que introducir información acerca del uso del suelo, como en

Por otra parte, y relacionado con la nota anterior, habría que prestar atención no sólo a aquellos lugares donde sí se producen multitud de incendios forestales sino, muy particularmente, a aquellas masas de bosque donde la tasa de incendios es muy baja. Porque es de quienes las mantienen que se pueden aprender las mejores prácticas.

Y lo dejo dicho por si alguno de mis lectores tiene a bien ponerse manos a la obra. Yo, confieso, ahora, estos días, lo tengo alguito complicado.