Lecturas disparatadas: la salud de los críos y el desempleo
Hay gente que en lugar de escribir cosas debería invertir su tiempo en leer otras. Pero como
- no me hacen caso,
- escribiendo cosillas escalan poquito a poco escalafones académicos y, encima,
- lo pagamos los contribuyentes felizmente engatusados eso del oropel del I+D y nosequé otros intangibles onerosos y de dudosa utilidad pública,
podemos hoy disfrutar de otro ejercicio más de ese añejo ritual de la búsqueda del numerito inferior a 0.05 que tiene por título Newborn Health and the Business Cycle: Is it Good to be Born in Bad Times? y que adornará a perpetuidad el currículo de sus ambas autoras.
La cosa es que he tratado de ver qué había más allá del resumen y he encontrado una maraña de tablas con coeficientes que a veces eran positivos y a veces negativos, a veces significativos y a veces no, que tenían un signo en un sitio y el opuesto en otro. Unas variables objetivo que a veces estaban detrended y otras provincially detrended, a veces cuadratically o tras linearly (sin que se sepa a ciencia cierta cuándo ni cómo). Unos modelos en los que a veces se controlaba por esto y otras por aquello. ¡Y eso solo entre los resultados publicados! ¡Qué no habrá quedado en los cajones! ¡Y qué padecimientos no habrán sufrido esos pobres datos las econométricas mazmorras!
Olvidan las autoras algo que olvidan casi todos sus colegas: indicar una idea de la magnitud, la relevancia de los presuntos efectos. Significativos, tal vez. Pero, ¿materiales (en jerga de auditor)? A lo mejor diez puntos de aumento de la tasa de paro (¡casi nada!) en una provincia tiene un efecto de 80 gramos en el peso promedio provincialmente y cuadráticamente destendenciado y ajustado por año y otras cosas más, pero, ¿a cuántos cigarrillos que se fumase la madre equivaldría ese efecto? ¿A dos? ¿A un paquete diario? ¿Es relevante?
Escriben las autoras: Our results contribute to previous literature showing that, at least in rich countries, babies’ health is countercyclical. Bueno, en puridad, según la tabla A6.ii, prueban que en algunas provincias (no se sabe si las ricas o las pobres porque faltan las etiquetas) de España y dependiendo del modelo utilizado, la salud de los críos da la sensación de ser anticíclica (y cíclica en las otras). En realidad, no lo sabemos. Afortunadamente, creo que tampoco nos preocupa.
Acabo, en cualquier caso, con una breve nota que espero que llene de optimismo a todos esos econometristas del mundo buscando p-valores pequeñitos: con solo cuatro parámetros podéis hacer la mar de maravillas.
Nota: aceptaré comentarios a esta entrada, por supuesto, como siempre. Incluso dejaré que en ellos os metáis conmigo por volver a cuestionar la utilidad social de ciertos sumideros de dinero público. Eso sí, borraré todos aquellos que lo hagan sin explicitar si tienen o no un conflicto de intereses, es decir, si efectivamente se ganan la vida pescando p-valores en null fields (disciplinas que gozan del marchamo de científicas pero que, en el fondo, son como la homeopatía). Que ya me ha pasado.