Hoy no estaré donde debería: las VIII Jornadas de R

A la hora en que salga publicada esta entrada se estarán inaugurando las VIII Jornadas de Usuarios de R, las primeras a las que no asisto. Es por culpa de vaya uno saber qué tipo de microorganismos, que han decidido medir sus fuerzas con la Seguridad Social en algún recoveco de mis vías urinarias, y que me han obligado a cancelar el viaje a última hora.

Ha sido mi cita obligada del año durante los últimos ocho. Han sido ocasión de momentos memorables y han visto nacer grandes amistades.

He visto crecer R. La primera conferencia de las primeras jornadas, de Manuel Muñóz, de la U. de Cádiz, fue la presentación de un estudio sobre la penetración de R en las universidades españolas. Pintaba un panorama desolador. Fue casi un repaso de los motivos alegados por los responsables de formar las nuevas hornadas de estadísticos y científicos de datos para no usar R.

Las cosas han cambiado, y cómo, en estos años. ¡Si hasta tenemos a Microsoft como patrocinador este año! ¿Hace falta decir más?

Pero R es más que una secuencia de ceros y unos, un producto de software. Es una comunidad, es gente. Por eso, ha sido una gran satisfacción para mí ver crecer profesionalmente a una generación muy promisoria de nuevos científicos de datos entusiastas de la herramienta.

Cierro en esta noche triste en la que escribo con un recuerdo que lo es aún más para mí: el de Gregorio Serrano, uno de los pioneros y un gran amigo, que ya no está para debatir lo ultimísimo de R, estadística o econometría Ducados en mano.