Inflación... ¿media?
Estos días se oye que la inflación del 2021 fue del 6.5% pero a la vez y sin solución de continuidad, que fue del 3.1%. Esta entrada sirve para aclarar de dónde salen esas cifras y para qué son útiles.
La fuente de todo es el índice de precios al consumo (IPC), que mide el precio —debidamente normalizado— de una canasta de productos a lo largo del tiempo y que tiene esta pinta:
A partir de esos datos, uno se enfrenta al problema de siempre: resumirlos en un único indicador que resuma 2021.
Una posible respuesta pasa por comparar lo que costaban las cosas en diciembre del 2020 (104.67 € normalizados) con lo que cuestan en diciembre de 2021 (111.52 €) y obtener un incremento de precios del $100 \times (111.52 / 104.67 - 1) = 6.5$. Ese dinero en la cuenta corriente que has guardado todo el año compra un 6.5% menos de cosas hoy que hace doce meses.
Otra posible respuesta consiste en comparar lo que se gastó uno —o un uno hipotético— en 2020 y en 2021 —suponiendo que comprase lo mismo y de cierta forma muy concreta—. En particular, en 2020, uno compró cosas en enero, febrero, etc. y su precio medio fue el valor medio del índice en 2020, 104.05. El precio medio de las mismas cosas en 2021 fue, de nuevo, el valor medio del índice: 107.27. El incremento del coste fue $100 \times (107.27 / 104.05 - 1) = 3.1%$.
La primera cifra, el 6.5%, es la inflación interanual y es más útil para entender qué ha pasado con el dinero que uno no se ha gastado. La segunda, la media tiene mucho más que ver con aquello que uno ha consumido. Estas dos cifras coinciden si el incremento de los precios es constante en el tiempo —como lo fue en España, aproximadamente, en el periodo 2002-2014— pero divergen cuando varía notablemente la velocidad a la que varían los precios. De ahí el desdoblamiento de las cifras y, como no hay que ser muy agudo para adivinar, el uso interesado de una o otra según los intereses ulteriores de cada cual.