Si la incertidumbre existe solamente en la mente, entonces, ¿por qué...?

He escrito ya alguna vez sobre esa especie de que la incertidumbre y el azar no existen en el mundo. Que esos conceptos —junto con la teoría de la probabilidad que los sistematiza— son solo una construcción de la mente y existen solamente en ella. Que si no fuésemos tan perezosos, podríamos recopilar todas las causas y deducir con precisión milimétrica el futuro (como hacen Diaconis y compañía en el artículo que traté aquí con los lanzamientos de monedas), y advertiríamos que en el mundo real solo hay certidumbres. Etc.

Mi posición al respecto es que:

  • La discusión es irrelevante y aporta poco o nada.
  • Admito que es un tema entretenido para animar una conversación lúdica y evitar temas como el fútbol o la tele.
  • Aunque la teoría sobre la naturaleza epistemológica de la incertidumbre (por darle un nombre) fuese cierta, nada cambiaría: los problemas que solucionamos usando técnicas estadísticas/probabilísticas seguirían estando bien planteados (además de seguir siendo relevantes, significativos y no exentos de una dimensión lucrativa).

Pero demos la hipótesis por buena: el azar es solo algo en lo que pensamos pero que no tiene un reflejo en el mundo real. Entonces, patrones como

Distribución normal

o

Distribución lognormal

que aparecen en los libros que discuten las propiedades matemáticas de la incertidumbre serían ajenos al mundo material. Pero, entonces, ¿cómo se es que existen

Distribución normal en una puerta

,

Distribución normal en una puerta

, o tantas otras imágenes de la misma naturaleza? ¿Por que estarían empeñada la realidad en imitar formas que solo imaginan nuestras mentes?