Una lectura muy esclarecedora sobre la prelación entre ciencia e ingeniería
Hay gente que discute a veces sobre cuál es el carro y cuál es el burro en el binomio ciencia-ingeniería. Mi opinión al respecto es irrelevante porque no va a cambiar nunca nada en ninguna parte. Pero aquél que quiera asentar la suya, debería leer con atención y desde esa perspectiva Will We Ever Get Fusion Power?.
Lectura de la que extraigo (y, por el camino, traduzco):
El entusiasmo por los tokamaks coincidió con un alejamiento de la teoría y un retorno a la investigación basada en el “constrúyelo y mira a ver qué aprendes”. Nadie sabía realmente por qué los tokamaks lograban resultados tan impresionantes. Los soviéticos no progresaron desarrollando un fundamento teórico sólido, sino simplemente siguiendo lo que parecía funcionar sin entender por qué. En lugar de un modelo detallado del comportamiento subyacente del plasma, el progreso en la fusión comenzó a producirse mediante la aplicación de “leyes de escala”, relaciones empíricas entre el tamaño y la forma de un tokamak y varias medidas de rendimiento. Los tokamaks más grandes funcionaban mejor: cuanto mayor el tokamak, más grande era la nube de plasma y más tiempo tardaba una partícula de esa nube en escapar de la zona de contención. De duplicarse el radio del tokamak, el tiempo de confinamiento podía cuatriplicarse. Con tantos tokamaks de diferentes configuraciones en construcción, los contornos de estas leyes de escala iban a poder explorarse en profundidad: cómo variaban con la forma, la fuerza del campo magnético y otros innumerables variables.