Fundamentos De Probabilidad

Probabilidades subjetivas: una redefinición "profesional"

Hace un tiempo traje a estas páginas (aquí) la definición de probabilidad (en su variante subjetivísima) que dizque Sam Savage aprendió de su padre. La reproduzco aquí:

He [L.J. Savage] encouraged me from a young age to think of the probability of an event as the amount I would pay for a gamble that would pay $100 if the event occurred.

Pero, ¿cómo hacen los pros? ¿Cómo hacen realmente los que se ganan la vida haciendo estimaciones probabilísticas subjetivas?

¿Una nueva afición para los próximos 10-15 años?

Ayer estuve disfrutando como un enano leyendo On the Mathematical Foundations of Theoretical Statistics del nunca suficientemente encarecido Sir Ronald Fisher. Y me fijé que fue publicado en 1922. En él se cita —y nada elogiosamente, hay que decirlo— el A Treatise on Probability de Keynes, que fue, a su vez, publicado en 1921.

Aquellas cosas que constituyen el temario de las oposiciones al INE se estaban escribiendo hace cien años. Solo que de una manera muy amena, con pullas, con reconocimientos explícitos de que, bueno, se hacen las cosas así porque no tenemos potencial de cálculo suficiente para hacerlas de otra manera —esas cosas que hoy hacemos como en 1922 no porque ya no podamos hacerlas de otra manera sino porque se dejaron así escritas entonces—, que usamos tales distribuciones y no otras porque están tabuladas, etc.

Sobre las probabilidades de eventos que ocurren una única vez

La probabilidad se predica de eventos de muy distintas características. Existe un arco entero de casos en cuyos extremos opuestos podemos encontrar los eventos:

  • Obtener cara al lanzar esta moneda.
  • Que X gane las elecciones que ocurrirán en un mes.

La principal diferencia, por si alguien lo lo ha advertido, es que el primer tipo de evento puede repetirse cuantas veces se desee mientras que esas elecciones ocurrirán una única vez. Existen muchas interpretaciones de la probabilidad bajo las que pueden entenderse ambos problemas y todas (¡o casi!), al final, son compatibles de alguna manera con los axiomas de Kolmogorov: podría decirse que se trata de dos modelos distintos para un mismo formalismo, el de Kolmogorov.

¿La teoría de la probabilidad no extiende la lógica?

Después de haber estado un tiempo —hasta tener que interrumpirlo para convertirme en un elemento socialmente productivo— leyendo sobre cómo la teoría de la probabilidad extiende la lógica (Jaynes, Hacking y compañía), he incurrido en Probability theory does not extend logic. Se trata de un ensayito recomendable pero sobre el que advierto a sus posibles lectores que decae rápidamente de mucho al fango.

De él extraigo una interpretación muy heterodoxa de la probabilidad condicional expresada en términos de la lógica de predicados. Dice el autor que una expresión del tipo

Nuevo vídeo en YouTube: ¿son las probabilidades "subjetivas"? ¿Existe el azar?

El vídeo es

y su objetivo es refutar cierta visión muy extraña de la probabilidad que se oye sostener a cierto tipo de personas de vez en cuando, la de que es un fenómeno subjetivo, acompañado frecuentemente por la todavía más extravagante afirmación de que el azar no existe (salvo, tal vez, en el nivel subatómico).

El teorema de Bayes como la versión modal del modus tollens

El otro día alguien argumentaba (de una manera que no voy a adjetivar):

  • La lógica (proposiciona, de primer orden) es importante (si lo que se pretende es actuar racionalment), la probabilidad no tanto.
  • El teorema de Bayes es solo un resultado trivial dentro de una disciplina mucho menos relevante que la lógica.
  • Ergo, ¿por qué tanto coñacito con el dichoso teorema de Bayes?

Como había alguien equivocado en internet, sonaron todas las alarmas que tengo colocadas en casa y tuve que acudir a enderezar el tuerto. Así, respondí algo así como que:

Estos keynesianos ven el mundo de una manera muy, muy loca

[Y no, no me refiero (hoy) a los seguidores del Keynes de la “Teoría general del empleo, el interés y el dinero” sino a los de su “Tratado sobre probabilidades”. Misma persona, distinto libro, distinta disciplina. Y excúseme el “clickbait”: no podía no hacerlo.]

Keynes escribió en 1921 su Tratado de probabilidades, según la Wikipedia, una contribución a las bases matemáticas y filosóficas de la teoría de la probabilidad. Le falta añadir descabellada (aunque, como se verá después, tiene su punto), superada y felizmente olvidada. Forma parte de la llamada interpretación lógica (o evidencial) de la probabilidad, de la que no pasa nada si no habéis oído hablar.

¿Cómo pensar en la probabilidad de un evento?

[Esta entrada lo es, además de por su propio mérito, en preparación de la que habrá de ocurrir mañana o pasado.]

Así:

My father, Leonard Jimmie Savage, was an early advocate of subjective probability. He encouraged me from a young age to think of the probability of an event as the amount I would pay for a gamble that would pay $100 if the event occurred.

Sam Savage, 2004 (fuente)

La probabilidad, ¿algo subjetivo?

Esta entrada es una contestación a

I.

Habrá quien sostenga que la geometría (plana, euclídea, por antonomasia) es subjetiva, que es una construcción de la mente, de cada mente. Igual queda todavía alguno de los que, por el contrario, creían que los triángulos equiláteros residen en una especie de edén donde tienen una existencia ideal y que nuestra mente, de alguna manera, se limita a reflejarlos.

Probabilismo, probabilorismo y todas esas cosas

La teoría moderna de la decisión, con sus escenarios, recompensas, escenarios, probabilidades y consideraciones de orden sicológico, es cosa del siglo pasado. El principio de máxima verosimilidad también. Si se me apura, incluso, la teoría de la probabilidad propiamente construida.

Esos desarrollos opacan las discusiones previas, tal vez pueriles, al respecto. Pero húbolas.

No sé cómo, he tropezado con algunas. Como las que se discuten en los enlaces, este, este y este, que comparto.

¿Cómo se escribía "verosimilitud" en francés en 1774?

Lo cuento luego, después del (por mí traducido) contexto:

La incertidumbre del conocimiento humano puede serla sobre los sucesos o de las causas de los sucesos; si se nos asegura, por ejemplo, que una urna encierra bolas blancas y negras en una proporción dada y se pregunta por el color de una bola extraída al azar, el suceso es incierto, pero la causa de la que depende la probabilidad de su existencia, es decir, la proporción de bolas blancas y negras, es conocida.