Transparencia

Transparencia, ley de transparencia y todas esas cosas

Hace un tiempo se aprobó la ley de Transparencia (ver en el BOE). Son muy interesantes el preámbulo y las excepciones, a las que volveré después.

Hace unos días hubo un muy inoportuno debate sobre la conveniencia o no de hacer públicos los resultados de nosequé pruebas de nivel (honestamente, ni sé cuáles son ni me interesan) que realizan los estudiantes de primaria. Pocos nos recordaron que publicar esa información se atiene al espíritu de la ley anterior tal como recoge su preámbulo y que bajo ninguna de las excepciones que contempla podría justificarse su ocultamiento. Pocos nos recordaron, además, que esa información es pública y accesible en países tales como el RU.

Transparencia, libertad y carcas (de antaño y hogaño)

Me cuenta Google que Hegel defendía eso de que la historia es el relato del desarrollo de la libertad humana (o algo parecido y en alemán). Y si algo ha de desarrollarse (y, además, al lento ritmo de la historia) en lugar de extenderse como las epidemias en esas pelis de catástrofes, es porque ha de vencer resistencias.

Recuerdo las de antaño: no ha de confundirse libertad con libertinaje, un concepto que treinta años después sigo sin entender. Así nos decían los carcas allá por los ochenta.

Los efectos de la transparencia

Hace unos días se aprobó la Ley de Transparencia. Si en esta entrada me limitase a aplaudir este hecho, pensarían con razón mis lectores que durante estos días de silencio he sido abducido por alguna criatura extraterrestre y sometido a un lavado de cerebro que borrase de él todo atisbo de subordinación adversativa.

Pues he aquí que acabo de terminar de leer un artículo muy oportuno, Accounting for the Effects of Accountability de J. Lerner y P. Tetlock que estudia desde la óptica de la sicología y la sociología los efectos de la transparencia (que es y no es lo mismo que accountability, pero a la que aplica igualmente) en los sujetos sometidos a ella.