La lotería del hardware y la cámara de resonancia académica

El artículo The Hardware Lottery es, hasta cierto punto, informativo. En el fondo, no dice nada que no supiésemos ya: que ciertas ideas, algoritmos, procedimientos, métodos, en diversas disciplinas (¡no en matemáticas!) triunfan esencialmente porque les toca la lotería del hardware. No es que sean las mejores desde una perspectiva actual —podría usar aquí los términos etic y emic a lo ovetense— sino que fueron afortunados y bendecidos por el hecho de estar a la (típicamente, medianeja) altura de los tiempos medidos en términos del desarrollo del hardware.

Podríamos pensar que esas ideas mediocres quedarían relegadas junto con las máquinas en las que se implementaron, por otras superiores. Y sí, pasa de vez en cuando. Pero con excesiva frecuencia, perduran.

Uno de los mecanismos de supervivencia que utilizan esas ideas es un bug que opera en el seno de la academia: el apego a la tradición, medido en términos bibliográficos. El artículo de referencia en un campo lo es porque tiene muchas citas, aunque su contenido sea muy perfectible y apeste a IBM S/360.

Un ejemplo, gran parte del temario actual de los cursos de estadística, como se ha comentado por aquí previamente a menudo.

Pero tengo otro ejemplo más concreto y que me afecta mucho más directamente: los llamados modelos de Serfling. Todo el mundo cita (en cierto ámbito) el artículo Methods for current statistical analysis of excess pneumonia-influenza deaths del año 63 de mi vida, donde el pobre Serfling cuenta lo poco que pudo hacer con la tecnología con la que entonces contaba. Pero es eso —y no lo que tal vez hubiese querido hacer— lo que ha quedado grabado con letras de fuego en todas las bibliografías e imaginarios para la posteridad.

Una vez al siglo deberíamos hacer una hoguera muy, muy grande.