Esta entrada no tiene título porque no se me ocurre ninguno sin "spoilers"

Esta entrada principia con el siguiente gráfico:

Queda a la discreción del lector si la línea tiene algún tipo de tendencia más o menos clara.

Una vez completado el ejercicio, le indicaré que:

  • El eje horizontal es la cuota de mercado (con perdón) de la educación pública (preuniversitaria) por CCAA en España extraída del informe Datos y Cifras correspondiente al curso escolar 2021-2022 publicados por el ministerio de educación (y el enlace, que seguro que dura poco, es este).
  • El vertical, la diferencia bruta en puntos en la prueba de matemáticas de PISA de vaya uno a saber qué año según se muestran aquí.

¿Por qué es la tendencia de este gráfico relevante? Porque, según A. Tabarrok, el autor de Private Education in India: A Novel Test of Cream Skimming, ayuda a determinar en qué medida la educación privada aporta valor añadido real más allá de, simplemente, operar sobre mejor materia prima. Según sus propias palabras (con mi traducción):

Conforme la cuota de mercado de la educación privada crece, la tesis de que solo atrae a los estudiantes más favorecidos [la flor y nata] pierde eficacia para explicar sus mejores resultados. […] De ser cierta esa teoría, esperaríamos encontrar que la diferencia entre escuelas públicas y privadas decrecería al aumentar la cuota de mercado de las segundas.

Al lector interesado le ofrezco una serie de alternativas según su posicionamiento:

  • No ve tendencia decreciente y piensa que la educación privada añade valor: ¡Enhorabuena!
  • Ve tendencia decreciente y piensa que la educación privada no aporta valor: ¡Enhorabuena también!

Y, ahora, los errores de tipo I y II:

  • Ve tendencia decreciente y piensa que la educación privada añade valor: La tendencia puede ser decreciente, pero podría ser una apariencia. Igual con datos de otro año, o con el examen de lenguaje en lugar de el de matemáticas, la cosa podría cambiar. Además, que la gráfica pueda parecer decreciente está condicionada por dos puntos, el que de menor abcisa —que es La Rioja, un sitio tan chiquito que tiene escrito outlier en el estatuto de autonomía— y el de mayor abcisa —unas islillas que ni siquiera están en Europa—. Se podrían quitar explícitamente alegando dichos motivos o, más sutilmente, hacer una regresión ponderada por población, para que Madrid, arriba a la derecha, yerga la tendencia y la alinee con los corolarios evidentes de las prioris más acrisoladas.
  • No ve tendencia decreciente y piensa que la educación privada no aporta valor: No hay que apresurarse. En los datos faltan Ceuta y Melilla, los dos plutones de nuestro sistema autonómico. No figuran porque el autor de la gráfica que aparece arriba es un carpetovetónico, pero bien podrían añadirse. Están en los datos originales, en los enlaces. En la gráfica, quedan bien a la izquierda y bien arriba. Con esos dos puntos, nadie puede poner en cuestión la tendencia decreciente: es palpabilísima. Añadiendo los puntos correspondientes a unas cuantas docenas de niños, todo cambia a mejor; a lo que, sin duda, debe ser; a lo que es necesariamente. La no supremacía de la educación privada es un hecho necesario; los argumentos que lo ponen en duda son todos contingentes.

¡Feliz corroboración!