De la paradoja de la patata a los neo-Protágoras de la estadística
I
X tiene un 100 kilos de patatas. Las patatas tienen un 99% de agua y las deja orear hasta que tengan solo un 98% de agua. Cuando eso suceda, ¿cuánto pesarán las patatas?
Piénsalo…
Sigue…
¿Seguro?
Hummmm…
Te te lo voy a contar enseguida, pero merece la pena que trates de calcularlo por ti mismo.
Venga…
Vale, te lo digo.
II
Son 50 kilos. Efectivamente,
$$\frac{1}{100 - x} = .02 = \frac{2}{100} = \frac{1}{50}$$
exige que $x = 50$.
III
Este resultado es tan antiintuitivo que se lo conoce, se ve, como la paradoja de las patatas. Pero, ¿qué le confiere esa propiedad?
Habría que preguntar a algún sicólogo, pero tengo la sensación de que tiene que ver con la no linealidad de la función
$$f(x) = \frac{1}{100 - x}.$$
La gente, más o menos, sabe operar con relaciones lineales. No hay paradojas relacionadas con la regla de tres. Pero con relaciones no lineales, de manera pretenda o fortuita, surgen casos de apariencia paradójica. La gente —en sentido amplio— tiene problemas para procesar no-linealidades; logaritmos, odds ratios, tipos del IRPF —no lineales por mandato constitucional—, tolerancias del ICP, etc., se procesan habitualmente recurriendo a heurísticas grotescas y desencaminadas.
IV
Tengo que pensar más en esos asuntos y ver si hay literatura al respecto para ver cómo estos sesgos pueden servir a un sofista de la estadística para convencer a su audiencia de lo que más le interesa. A él, claro (y menos, a ella, a la audiencia).