Sobre la menguante calidad de las estadísticas públicas y algunos otros asuntos más
El fertilizante para jardinería trae por detrás tres numeritos tras la etiqueta NKP, que indican la proporción de nitrógeno, potasio y fósforo en la mezcla. Es sabido que el crecimiento de las plantas está limitado por el más escaso: es decir, fijada una de las tres letras, incrementar las otras dos no aporta beneficio alguno. Sin embargo, no solo de fertilizante viven los cultivos y las tendencias globales muestran que producir más comida no exige cantidades crecientes de insumos agrícolas Se puede hacer más con lo mismo —o con menos— usando más de otro insumo del que tampoco andamos tan sobrados: materia gris.
He guardado una nota sobre algo que escribió Matt Levine y que traduzco así:
Un ejecutivo contó cómo en Evercore cada uno de los directivos tenía que reportar anualmente cuántos ingresos había contribuido personalmente a generar. Año tras año, la suma de esos números excedía el ingreso global del grupo.
Es como aquello de ningún niño por debajo de la media, pero en versión corporativa.
Igual a alguien le interesa la opinión del FMI sobre los motivos por los que los españoles somos más pobres que Europa y los EEUU.
Relacionado con el artículo anterior, este otro de Garicano, que viene a decir que, bueno, aunque nuestra productividad no aumente, con tal de que lo haga la de los demás, los salarios acabarán creciendo necesariamente gracias a lo único a lo que podemos aferrarnos: el efecto Baumol.
Más resultados de otro estudio sobre la renta básica universal no universal (i.e., means-tested o sujeta a condiciones) que apuntan en la misma dirección que el resto, que la intuición, que el sentido común, que los conceptos básicos de economía, que los primeros principios, etc.
Se queja The Economist del declive de la calidad de las estadísticas económicas de EEUU. Dice que una de las causas es la falta de fondos. Pero uno sospecha que el problema no ocurre solo en EEUU y que tampoco es únicamente por falta de recursos. Léase, por ejemplo, Economía frena una estadística del INE que afloraría el dato real de fijos discontinuos.
En relación con lo anterior, Gelman contribuye al debate sobre la conexión entre discursos y experiencias y escribe:
mi posición actual en el debate sobre cómo afecta la economía a los resultados electorales es que, hace años, las estadísticas económicas que aparecían en los medios de comunicación servían como referencia o punto de calibración sobre el que los votantes realizaban sus propios ajustes en función de sus experiencias personales. Sin dicha calibración, se rompe la relación entre el estado de la economía y las actitudes políticas.
Dos enlaces finales sobre la universidad: en el primero, The Economist argumenta que los graduados universitarios de hoy en día están jodidos. En el segundo, uno de los pocos artículos mínimamente potables de NadaEsGratis en el curso actual, se estudia y critica la manera en la que los estudiantes eligen su carrera universitaria. Igual tienen algo que ver entre sí.