El egregio episodio omitido en la historia "oficial" de las encuestas electorales
Escribió Andrew Gelman en su blog lo que él denomina una historia selectiva o más humildemente, su personal reconstrucción cruda de la historia de las encuestas políticas y la predicción electoral. Que consta, según él, de los siguientes episodios (traducidos con la ayuda de Gemini):
- Antes de 1900, los trabajadores políticos contaban los votos, era hiperlocal y laborioso.
- A partir de 1900, poblaciones móviles, mayor anonimato, menor participación electoral, motivación para pensar en la opinión pública en lugar de solo contar votos.
- 1936, la encuesta de Literary Digest (y cómo se podría haber corregido), la encuesta de Gallup.
- Encuestas comerciales y de opinión, muestreo por conglomerados, muestreo por cuotas, desafíos de la representatividad.
- De las encuestas presenciales a las encuestas telefónicas y a los paneles de internet: el modo de recolección de datos determina el método de muestreo.
- Ajustes de la muestra, tasas de respuesta decrecientes y diferentes formas de falta de respuesta.
- Racionalidad del voto, racionalidad de responder a una encuesta, cómo han cambiado estos a lo largo de las décadas.
- Precisión de las encuestas preelectorales y de las encuestas a pie de urna desde 1948.
- Variación de las encuestas preelectorales durante la campaña.
- El estado de nuestra comprensión en la década de 1970: Jimmy the Greek en 1972, variación de las encuestas en 1976, cualquier cosa podría pasar.
- Polarización geográfica y el ascenso del estado indeciso (swing state).
- Polarización política y el declive del votante indeciso (swing voter).
- La ciencia política de los años 70/80 se incorpora a la sabiduría convencional de los 90: “Es la economía, estúpido”.
- La era de “nada importa”: 1992 y 1996, y nuestro pronóstico basado en fundamentales.
- Elecciones reñidas desde 2000 en adelante: estados indecisos, encuestas estables y un objetivo de pronóstico fijo.
- El auge de la agregación de encuestas y la predicción electoral probabilística.
- La falta de respuesta diferencial como explicación de la variación en las encuestas.
- Altas expectativas y los errores de las encuestas de 2016/2020/2024.
- Elecciones de mitad de mandato y equilibrio de partidos.
- Bases demográficas cambiantes de apoyo de los dos partidos.
- ¿Quiénes son los no votantes y qué quieren?
- Información distinta a la de las encuestas “carrera de caballos” (horse-race).
- Elecciones primarias, terceros partidos y otras complejidades.
- Mirando hacia el futuro.
Es evidente que omite dolosamente las egregias contribuciones a la materia que debemos a nuestros incomparables y nunca debidamente reconocidos Tezanos y Alamillos. Sospecho que es culpa ya sea del culposo sesgo anglocéntrico de Gelman o de la subrepticia pervivencia de la leyenda negra, que lleva presuponiendo malo todo lo español de Felipe II para acá. Celebremos en todo caso que el “que inventen ellos” nos mantenga a los españoles más alienados con el bien, la verdad y la belleza que si hubiésemos adoptado acríticamente y por puro seguidismo técnicas muestrales bárbaras y grotescas.