Hacía tanto que no publicaba sobre graficaca, tanto, que casi ni me acordaba
Hasta que, zas,
El perpetrador, bez.es.
Nota: Sumad porcentajes. El resto del artículo dice cosas que seguro que son ciertas, son interesantes, pero taaaaan obvias…
Hasta que, zas,
El perpetrador, bez.es.
Nota: Sumad porcentajes. El resto del artículo dice cosas que seguro que son ciertas, son interesantes, pero taaaaan obvias…
El otro día me tocó enseñar algo de lo que no sé mucho: gráficos interactivos con R. Hay muchos paquetes que vienen a hacer más o menos lo mismo. Es tentador limitarse a eso, a exponerlas. O más bien, a exponer unas vías de entrada, a establecer unas cabezas de playa desde las cuales el interesado pueda avanzar autónomamente.
Tanto (tentador) que uno pasa por alto la razón de ser misma de querer incorporar interactividad a los gráficos. Por el camino, dos técnicas fundamentales y muy útiles para tal fin: linking y brushing.
Llega el verano, llega el relleno: rescato de mi disco duro una abominación gráfica,
para el espanto de todos Vds.
Aparte de otras consideraciones, si la tasa es negativa, ¿se crea una imagen especular del perfil del país?
Aunque te pueda costar imaginarlas, existen:
Están sacadas de la página de Red Eléctica (es que hoy he puesto una lavadora) y el gajo que sobresale a las diez es la aportación negativa de la conexión con las Baleares a sistema eléctrico peninsular:
¿Por qué —me pregunto— añadirán un uso de la electricidad en una gráfica que, según su título, corresponde a su generación? ¿Quién tuvo la idea de colocar un gajo negativo? ¿Quién tuvo la idea de utilizar tartas? ¿¡Quién, quién, quién!?
Aquí encontrará el lector un resumen de herramientas para crear gráficos interactivos con R que, por referencia, discute
ggvis
: desarrollados por los creadores de ggplot2
rCharts
: una interfaz de R con una serie de librerías de javascript para crear gráficosplotly
: hace magia para añadir interactividad a gráficos creados con ggplot2
(y otros)googleVis
: que permite utilizar Google Chart Tools desde RFácil:
library(maptools)
library(ggmap)
# un fichero bajado el Ayto. de Madrid
# (catálogo de datos abiertos)
rutas <- getKMLcoordinates("dat/130111_vias_ciclistas.kml")
# procesando el fichero kml
rutas <- lapply(1:length(rutas),
function(x) data.frame(rutas[[x]], id = x))
rutas <- do.call(rbind, rutas)
# mapa de Madrid
mapa <- get_map("Madrid",
source = "stamen", maptype = "toner",
zoom = 12)
# pintando los tramos sobre el mapa
ggmap(mapa) + geom_path(aes(x = X1, y = X2,
group = id), data = rutas,
colour = "red")
produce
Nota: KML es esto.
Investigando para las clases del máster de visualización de datos de Unidad Editorial (que arranca hoy mismo), di con Vizhealth, una guía de estilo para la representación de datos relativos a la salud de los individuos con el nihil obstat de un equipo multidisciplinar de médicos, diseñadores, sicólogos, etc.
Id, que ellos lo cuentan mejor que yo, y visitad la galería de ejemplos.
¿Te acuerdas —dijo— de que Binóme, nuestro profesor de matemáticas, repetía todos los años, al explicar la numeración, en la lección primera, que medio millar de millones es un número demasiado considerable para que las fuerzas de la inteligencia humana pudieran adquirir de él una idea exacta, si no tuviesen a su disposición los recursos de una representación gráfica…?
Julio Verne, Los quinientos millones de la begún, 1879
Pues sí, aquí están,
recién copipegados del documental de El Español sobre el suicidio.
Son los mismos de los que hablaba aquí o sobre los que Spiegelhalter ha publicado la mar de artículos.
Pero, ¿qué hacen en la prensa de un país como España? La historia es un poco larga, casi tanto como la mía protestando de la escasa calidad de los gráficos estadísticos por doquier. Pero esta vez los autores del documental me han invitado renunciar a la comodidad del crítico que todo lo juzga desde el sillón a, digámoslo así, consultor (o consejero) que tiene que pasar a proponer soluciones.
Si no sabéis a qué hace referencia el título, no os perdáis esto (y otros vídeos de la serie).
El otro día (véase esto) mostré una imagen de mi última charla sobre mapas. Hoy le toca el turno a esta otra:
Se trata de un mapa de Gran Bretaña de alrededor de 1250 realizado por un tal Matthew Paris. Tiene una particularidad: cuenta E. Tufte que en un borde el autor indica que la isla debería ser más alargada, pero que, de respetar las proporciones, no le habría cabido el mapa en el pergamino. Y a la gente le hace gracia.
El sábado pasado, en Medialab Prado (gracias a @xvilan y @adolflow por la invitación) presenté lo que pudiera llamarse un pequeño manifiesto por una cartografía antropocéntrica.
En él mostré un mapamundi T-O (o tau-omega), que tiene esta pinta:
Se trata, efectivamente, de una representación del mundo conocido allá por el siglo XI. Se ven en él Europa, Asia y África separados por un mar en forma de T y encerrados en una enorme O. Supongo que todo el mundo entonces sabía que la costa no era tal y como se representaba allí. Que había cabos, islotes, itsmos, etc.