Varios

¿Es racional (aparte de aburrido) nadar contra el efecto Lindy?

¿Cuántas veces se habrá escrito este artículo ya? Su renovada manifestación trae la entradilla

Los expertos critican la inacción de las autoridades y avisan: “Se nos viene encima algo muy grave”

y luego, en el cuerpo, abunda en el perpetuo y aburridor argumento contra las terapias alternativas y la homeopatía en particular. A cuenta de lo cual me he echado unas risas porque tenía aún fresco el parrafito

The homeopathists, for instance, shall be, if any one so think, as wrong as St. John Long; but an organized opposition, supported by the efforts of many acting in concert, appealing to common arguments and experience, with perpetual succession and a common seal, as the Queen says in the charter, is, be the merit of the schism what it may, a thing wholly different from the case of the isolated opponent in the mode of opposition to it which reason points out.

Protección de los datos de los muertos

Me toca lidiar con datos relativos a muertos. No de muertos hace mil años, o quinientos, o de las guerras carlistas, sino, casi, casi con muertos de cadáver caliente y viuda con mocos.

He aquí la (¿aparente?) aporía.

Por un lado, sábese que la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos (en adelante, LOPD), no es de aplicación a las personas fallecidas. Pero, por otro:

  • La Agencia Tributaria ni ha publicado ni es fácil que publique las declaraciones de la renta del finado Sr. Botín.
  • Gmail no deja meter la nariz en los correos de finados.
  • El INE anonimiza los microdatos públicos de defunciones y excluye la causa de muerte.
  • El registro civil no publica las actas de nacimiento, matrimonio, defunción, etc. de los fallecidos.
  • Etc.

A lo más, la actual LOPD (veamos qué nos trae la siguiente) permite que los herederos comuniquen (pero en plan solicitud, no en plan ejercicio de un derecho) su interés en la eliminación de registros de sus familiares difuntos que obren en poder de empresas y organismos.

España, Platón, Madrid

En 1871-1872 se publicó la primera edición de las obras completas de Platón traducidas al español. Hubo 500 suscriptores en toda España (que entonces incluía, recuérdese, Cuba, Puerto Rico y quién sabe si algún desafortunado lugar más). Y uno más de Uruguay, que solicitó dos copias.

En total, 11 volúmenes de 250-350 páginas de texto no demasiado prieto.

La distribución provincial de suscriptores fue:

Ciertamente curiosa.

Más información (incluida la lista de los suscriptores, tanto institucionales como privados), aquí.

¿Admitirá finalmente el DLE la acepción "algoritmo" de "logaritmo"?

Estaba ayer todavía en la cama a una hora muy aristocrática cuando en RNE invitaron a un presunto experto en big data a hablar de quién sabe qué. Aquel pobre hombre habló sobre los problemas que plantean, en particular, los logaritmos. Cuando quería decir, claro, algoritmos.

No es la primera vez que lo oigo. Aunque sí la primera en un medio formal. Al menos, oral. Pero cualquier día vemos la ignorancia plasmada en negro sobre blanco, recogida por un lexicógrafo y elevada a categoría en forma de definición del DLE. Con las cocretas y demás.

Si te tienen que explicar por qué algo es bueno, es que igual no es tan bueno

Hoy ha fallecido Hawking. A raíz de lo cual, alguien muy bien leído, muy bueno en su campo y a quien sigo en Twitter, rogaba a sus seguidores que le indicasen alguna referencia donde poder averiguar y entender cuáles son esas aportaciones tan fundamentales que le debemos al finado.

Lo cual me hace pensar que si te tienen que explicar por qué algo es bueno, tal vez no sea tan bueno.

Hay bulos, sí, pero la pregunta es: ¿qué hacer?

Ayer asistí a una charla, Pseudociencia en la red: la pandemia de bulos y rumores que nos amenaza en la que se habló mucho del qué (qué bulos circulan, dónde se ubican, cómo se difunden, etc.) un poco del quiénes (separando un nosotros, los racionales/racionalistas, de una masa de tamaño indefinido de gentes susceptibles a un pensamiento mágico) y casi nada del qué hacer. Así que formulé una pregunta que reproduzco aquí por si a alguien le apetece darle vueltas.

Reflexiones bayesianas al hilo del manido: "Independientemente de su ideología, los economistas suelen estar de acuerdo en que..."

Podría hacerse un ránking de disciplinas académicas según el grado de acuerdo entre quienes las cultivan. Supongo que lo lideraríamos los matemáticos. Salvo los constructivistas y esos raritos que dan por malo el axioma de elección, no contamos con familias heterodoxas. En el otro extremo, aventuro, se ubicarían los que hacen crítica literaria y políticas. Pero, seguro, dentro de las ciencias humanas, los economistas quedarían en bastante buen lugar.

Así que si aceptáis mis premisas (postmisas: vienen después), tendréis que conceder también que este fenómeno es corolario del teorema de von Mises:

Políticas y tarifas; medias y deciles

Aviso: Esta entrada es altamente, puramente especulativa.

Tiempo atrás, se tendía a ponderar el efecto de una política (p.e., la alteración de la tarifa de un servicio público o semipúblico) en términos de su impacto en un usuario medio. A lo Quetelet (en el mejor de los casos).

Ahora está más de moda medirlo en términos de su impacto en el decil mas desgraciadico. A lo maxmin rawlsiano (en el mejor de los casos).

Dónde están las letras

Inspirado en esto construí

usando como texto el Quijote y como código una versión mucho más simple y limpia que (aunque inspirado en) la del enlace original:

library(stringr)
library(plyr)
library(ggplot2)

raw <- readLines("http://www.gutenberg.org/cache/epub/2000/pg2000.txt")

# limpieza de encabezamientos
textfile <- raw[-(1:36)]
textfile <- text[1:which(text == "Fin")]

# en una única cadena
textfile <- paste(textfile, collapse= " ")

# limpieza
textfile <- str_to_lower(textfile)
textfile <- str_replace_all(textfile, "[[:punct:]]|[[:digit:]]", " ")

# selección de palabras
words <- unique(unlist(str_split(textfile, " ")))
words <- words[words != ""]

# recolección de estadísticas
res <- ldply(words, function(word){
  tmp <- str_split(word, "")[[1]]
  data.frame(word = word,
              letra = tmp,
              posicion = 1:length(tmp) / length(tmp),
              stringsAsFactors = FALSE)
})

tmp <- table(res$letra)
tmp <- names(tmp[tmp > 10])
res <- res[res$letra %in% tmp,]

ggplot(res, aes(x = posicion)) +
  geom_density(fill = "red") +
  facet_wrap( ~ letra, scales = "free_y") +
  ggtitle("Dónde aparece cada letra dentro de un texto (El Quijote)") +
  ylab("proporción de aparicion") + xlab("% de la longitud de la palabra") +
  scale_fill_brewer(palette = "Set1") + theme_minimal() +
  theme(axis.ticks = element_blank(),
        axis.text.y = element_blank(),
        axis.text.x = element_blank(),
        legend.position = "none",
        panel.grid.major = element_blank(),
        panel.grid.minor = element_blank())

¡Terror! ¡Las máquinas nos van a quitar los trabajos! ¡Oh, oh, oh! ¡Uh, uh, uh!

Habréis leído por ahí relatos apocalípticoides sobre un futuro gris en el que las máquinas nos dejarán sin trabajo. Clic. Otra gente memos agorera opina que, más que trabajos, la máquinas eliminarán tareas (i.e., partes aburridas de los trabajos).

No voy a hablar de unas señoras, muy funcionarias ellas, clic, que conforman el Registro (con mayúscula) de cierta institución pública en la que tuve que depositar una factura impresa, firmada a mano y por duplicado recientemente. Y cuyo trabajo consiste en sellar la factura, meterla factura en la carpeta correspondiente, clic, y esperar a que un bedel la lleve al despacho donde seguirá el trámite. Hoy no.

¿Lo racional? Que jueguen a la lotería los demás

Yo mismo, lo confieso, he sido uno de los cenizos participantes en esa habitual letanía prenavideña sobre lo conveniente o no de comprar lotería en las que tanto se apela a la racionalidad. En una u otra dirección. Véase, cosecha de la campaña del año pasado, esto, esto, o, más tangencialmente, esto (y sus enlaces).

Cuando lo verdaderamente racional es hacer por que compren lotería, precisamente, los demás.

El fraude de Lemús aún adorna las memorias del CSIC

Un tal Lemús, del CSIC, hizo avanzar su carrera científica inventando datos hasta que lo pillaron. Hasta 13 retracciones lleva el pillo. En particular esta.

Que es relevante porque aún adorna la memoria del CSIC de 2010 (pág. 256) y suma a la lista de méritos (sección de publicaciones de alto impacto) de la institución en tal año.

¿Nadie edita ese tipo de cosas? ¿Ni por principios básicos de higiene?

Redes sin neutralidad de red que funcionan tan ricamente

Existen muchas redes de distribución. La red vial es una de ellas. La de pan, leche y huevos, otra. La de electricidad. La telefónica. Y la de paquetes de datos internet.

Prácticamente ninguna se rige por principios de neutralidad de red. En la viaria, no es solo que los vehículos no puedan circular por donde y cuando quieran, sino que existen restricciones como el carril bus, el Bus Vao, lo que se perpetra diariamente en la Gran Vía de Madrid durante el periodo navideño, etc. y se aplican excepciones para los vehículos eléctricos y los conducidos por gentes con habilidades distintas de otros o como quiera que se los denomine el año en que leas esto. Y se hace para que el tráfico sea más fluido y en pretendido beneficio de todos, no para lo contrario.