Economía

Dos análisis y una pregunta

El primero:

Crece la productividad: Para el conjunto del año 2015 la economía crecerá cerca del 3,5% Estos datos muestran que está aumentando la productividad, es decir, mientras la economía española crece a ritmos cercanos al 3,5% anual el empleo lo está haciendo al 3%.

Rafael Pampillón Olmedo. Expansión, 24 de julio de 2015 (enlace)

El segundo:

La productividad se estanca: Tal como publicó el INE este jueves en tasa anual durante el segundo trimestre de este año, la economía creció un 3,1%. Sin embargo, mientras la economía creció en los últimos doce meses un 3,1% el empleo lo hizo en un 3%.

Aterrizando en Londres: una frase para meditar

Estaré aterrizando en Londres cuando se publique esta entrada. Circunstancia que me hace recordar una frase que leí hace un tiempo:

El empleo barato creado [en el RU] atrae a miles de parados del continente a un país con una legislación laboral flexible y sindicatos debilitados, que tolera abusos como los muy extendidos “contratos de cero horas”.

¿Soy solo yo al que le chirría? ¿Por qué querrán miles de parados del continente tomar tal vez el mismo EasyJet que yo para tener que tolerar abusos?

¿Cinco años y salen sin programar?

Sí, hay gente que pasa cinco años en una de esas instituciones encopetadas que son las universidades y sale de ellas sin saber programar.

Aquí va un ejemplo. Es un fragmento de un currículo que me ha llegado recientemente. El tipo es economista, graduado en uno de los departamentos de la materia más reconocidos de Madrid. Dice así:

cv_informatica

Eso es todo lo que el tipo reconoce saber sobre algo parecido a la programación.

Si lees "Nudge" verás las cosas de otra manera

Si acabas, como yo, de leer Nudge, es probable que comiences a ver las cosas de otra manera.

Lo malo del libro es que está escrito por estadounidenses y para estadounidenses. Y allá ellos con sus problemas. Pero, mutatis mutandis, a uno se le comienzan a ocurrir traslaciones tal vez oportunas.

Por ejemplo, piénsese en esas hipotecas de las que tan de moda está hablar estos días. Inducido por el contenido del libro a uno se le ocurriría pensar que los problemas que ahora atraviesan determinados individuos por su culpa se debe a la asimetría de la información: los bancos, que venden muchas, lo saben todo al respecto; la gente, que a lo sumo se hipoteca una o dos veces en su vida, está a dos velas. Y luego se topa con la letra pequeña, etc.

Balanzas fiscales (así, en plural)

En España, lo de las balanzas fiscales es como lo de las manifestaciones: un número que se tiran a la cabeza y con muy mala baba tirios y troyanos. La cantinela que más se oye es la de la prensa periférica (perdón, prensa de la parte este de la periferia: existen otras periferias que callan como palabras de cuatro letras): dizque Cataluña aporta mucho más a la hacienda pública que lo que después recibe de ella por inversiones y servicios.

Sobre la economía del lenguaje

De acuerdo con una observación de Zipf (y supongo que de muchos otros y que no hay que confundir con su ley), la longitud de las palabras más corrientes es menor que las que se usan menos frecuentemente.

Un estudio reciente, Word lengths are optimized for efficient communication, matiza esa observación: la cantidad de información contenida en una palabra predice mejor la longitud de las palabras que la frecuencia de aparición pura. En una comparación entre diversos idiomas europeos, parece manifestarse que palabras que aportan poca información son breves; las que aportan mucha, más largas.

La tragedia del buen rollito

No sé si mis lectores están al tanto del problema conocido como tragedia de los comunes (que, más bien, debería denominarse tragedia de las dehesas). Consiste en que una serie de agentes económicos (ganaderos) comparten un bien común, que no pertenece a nadie (una dehesa), en la que hacen pastar sus vacas. Todos ellos están interesados en hacer pastar el máximo número posible de ellas. Pero la capacidad de generar pasto de la dehesa es limitada y llega un momento en que ésta se sobreexplota y es incapaz de alimentar tanta vaca. Todos los ganaderos pierden, pero a ninguno le interesa reducir unilateralmente el tamaño de su cañada.